Anuncia un plan para acabar con la "tolerancia" de que han gozado algunas actividades
BARCELONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona reforzará la actividad inspectora en La Rambla desde este noviembre con el fin de hacer cumplir las normativas, para lo que recurrirá a una empresa privada que ayudará a inspectores municipales y Guardia Urbana a detectar incumplimientos.
Se trata de la nueva medida del Pla Cor de reordenación del paseo, después de abordarse las estatuas humanas, con la que desarrollar "una acción contundente" para evitar infracciones, ha afirmado este martes en su presentación la concejal de Ciutat Vella, Mercè Homs.
La iniciativa se denomina Plan de Inspección de La Rambla (PIR) y pretende no pillar desprevenido a nadie porque se basa en "la cultura del aviso previo", según Homs, de forma que en algunos casos el Ayuntamiento avisará antes de poner un expediente o sancionar.
En cuanto a lo que se ha hecho hasta ahora, en La Rambla hay 150 expedientes abiertos, pero el intendente de la Urbana en Ciutat Vella, Ricardo Salas, ha reconocido que con alguna actividad ha habido manga ancha, y "el fin de la tolerancia" llegará con el plan.
A ello contribuirá la empresa externa, fórmula que el consistorio no es la primera vez que usa, pues ya la adoptó antes para inspecciones de pisos turísticos y souvenirs, entre otros.
El consistorio fijará a la empresa qué visitas realizar en La Rambla y esta deberá hacer informes con los incumplimientos que detecte, y en todo caso los inspectores del Distrito --son siete-- se encargarán de abrir expedientes.
Esta semana el Ayuntamiento la escogerá sin mediar concurso a través de la sociedad municipal Foment de Ciutat Vella, que puede adjudicar por la vía directa contratos de hasta 59.000 euros IVA incluido, mientras que el límite es menor para el consistorio.
PRIMERA FASE
Con el plan, La Rambla pasará a ser una sola zona de inspección junto con la plaza Reial y el Mercado de la Boqueria, y en la primera fase, entre noviembre y diciembre, se abordará como objetivo principal la sobreocupación del espacio público.
En estos dos meses se controlarán floristas --también lo que venden--, antiguos pajareros, quioscos --que no ocupen más allá del ámbito bajo el toldo abierto--, las mesas y pizarras de las terrazas, y las camisetas de futbolistas que cuelgan de tiendas de souvenirs.
También se vigilará el estacionamiento de motocicletas en las aceras, la actividad de los trileros, el repartimiento de flyers y a los vendedores ambulantes de silbatos y objetos voladores.
De cara al primer semestre del 2013, se abordará la inspección de puntos como los souvenirs, platos preparados, supermercados y locales de pública concurrencia, y más adelante se planteará si proponer cambios normativos en puntos como los horarios y souvenirs.
Al preguntársele a Homs por la afirmación de la exedil de Ciutat Vella Itziar González, que avisó de que en La Rambla hay restaurantes que blanquean dinero, se ha limitado a señalar que "se incidirá sobre todo aquello que se considere que debe incidirse".
PINTORES DE MÁS CALIDAD
Ciutat Vella también ha anunciado que en diciembre estará redactada la nueva normativa de los pintores para mejorar su calidad, colectivo que ahora cuenta con 84 licencias --42 por turno--, si bien suelen coincidir unos 20-25 a la vez en el paseo, según Mateos.
La nueva ordenanza de terrazas en tramitación podría designar La Rambla como eje singular y unificar la imagen de sus terrazas, para lo que se ha recuperado para tomarlo como base el proyecto de Amics de La Rambla, que había planteado lonas con forma de ola.
