"La paradoja de los museos es que hay demasiados visitantes"

El director emérito del MET Philippe de Montebello
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 2 marzo 2015 15:21
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El historiador ha opinado que los mármoles del Partenón viven su mejor momento en Inglaterra

   BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director emérito del Metropolitan Museum of Art de Nueva York (MET) Philippe de Montebello ha explicado que "la paradoja de los museos es que hay demasiados visitantes para poder gozar del arte".

   Un hecho que ha contrastado con la intención general de atraer el público, este lunes durante una visita al CaixaForum de Barcelona.

   "Nunca nos damos suficiente tiempo para penetrar en una obra de arte, en lo que diferencia, por ejemplo, un cuadro de una mesa, y la conversación es aún más difícil con 30 personas detrás esperando", ha descrito el historiador del arte.

   Montebello ha sido el director del MET más longevo de la institución (entre 1977 y 2008), un periodo en el que el museo ha duplicado su espacio físico y ha aumentado la colección en todos los ámbitos --con 84.000 nuevas piezas--, un liderazgo que ha ido acompañado de "una magnífica gestión", según el presidente de la Fundación Arte y Mecenazgo, Leopoldo Rodés, impulsada por la Fundación Bancaria La Caixa.

   El profesor ha avanzado que en la conferencia que celebrará este viernes por la tarde en el Caixaforum de Barcelona --que repetirá en la sede de Madrid el martes-- hará hincapié en "los dos motores que hicieron del MET lo que es ahora: la colección y el mecenazgo".

    El título de la conferencia, 'El nacimiento del Metropolitan: un caso de partenogénesis', parte de un nombre científico para destacar "cómo el MET ha nacido 'ab ovo', desde cero, sin un rey ni un príncipe que lo creara" como ocurrió con los museos en Europa, ha descrito.

   El MET (1870) fue creado un siglo después del Museo del Louvre de París (Francia), debido a la carencia que sentía un grupo de hombres al terminar la guerra civil estadounidense (1865), que se veían obligados a atravesar el océano para ver un museo de arte, pero también "por motivos cívicos, de orgullo y económicos", ha relatado.

   También ha explicado que las donaciones privadas que hacen posibles los museos en EE.UU. van ligadas a una implicación personal, además de una competencia, y no se dan en Europa de la misma forma porque hay un gobierno que mantiene las instituciones, y no existe la necesidad del mecenazgo.

EL MUNDO ENTERO EN UNA OJEADA

   El modelo de museo del MET comprende arte de muchas etapas y orígenes "y permite ver el mundo entero de una ojeada", una característica muy ligada a los motivos de su nacimiento y a la idea de la Ilustración de abarcar todas las artes en un solo lugar que defiende el historiador.

   Montebello ha defendido este modelo frente al de algunos museos públicos con colecciones nacionales --como los italianos, griegos o el mismo Museo del Prado de Madrid--, de los que ha opinado que "su fuerza es también su debilidad", ya que las obras solo pueden compararse con piezas parecidas.

"EL ARTE VA DONDE HAY DINERO"

   Sobre el nuevo fenómeno de las franquicias que han abierto museos como el Louvre, el historiador ha sostenido que se trata de motivos económicos y de marketing: "El arte va donde hay dinero. Sin el dinero de Abu Dabi no se habría hecho, pero no me preocupa: ¿Por qué no compartir el arte?".

   El director emérito ha explicado que lo más difícil de su etapa de director fue responder a las demandas de nacionalizar las obras de algunos países, sobre lo que se ha preguntado: "¿Qué tipo de mundo sería si para ver un cuadro holandés hubiera que ir a Holanda?".

   "Los mármoles del Partenon han vivido uno de sus momentos más importantes en el Museo Británico, donde llevan 200 años y se les ha dado la importancia que tienen ahora. En Atenas nunca se habían fijado en ellos", ha opinado.

   Montebello ha descrito como "el triunfo de la ignorancia" la reciente destrucción de arte por parte de yihadistas del Estado Islámico en Mosul (Irak), un iconoclasia que no comprende, pero ha destacado que no es la primera vez que ocurre en la historia del arte, como pasó después de la revolución francesa en la que los protestantes destruyeron casi el 90% del arte eclesiástico.

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