MADRID, 29 Mar. (CHANCE) -
El 13 de marzo de 2013 el jesuita Jorge Mario Bergoglio salía a la Plaza de San Pedro convertido ya en el Papa Francisco. Miles de personas le esperaban allí, bajo una lluvia intensa para descubrir al nuevo jefe de la Iglesia Católica.
Desde el inicio de su pontificado ha querido marcar una nueva línea cercana al hombre de la calle y a la juventud. Sigue viviendo en su residencia de siempre con lo mínimo y visita siempre que puede a su predecesor, el Papa Benedicto XVI.
En sus Ángelus habla de un evangelio cercano a la problemática actual de la sociedad, la crisis económica, la pobreza, la desconfianza y la insatisfacción ciudadana. Francisco recuerda en su mensaje que no hay que tener miedo a ir en contra de la corriente dominante y luchar por lo que uno quiere.
Hoy el Papá argentino vive uno de sus Ángelus más especiales, el del Domingo de Ramos. Una celebración en la que Roma y la Ciudad del Vaticano se preparan a conciencia para dar comienzo a la Semana Santa.
