MADRID, 23 Jun. (CHANCE) -
La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin vivieron este pasado miércoles la última jornada en el juicio por el caso Nóos. Un punto y final a seis meses de sesiones en las que la hija del Rey Juan Carlos se ha sentado en el banquillo de los acusados junto a su marido, Diego Torres, y el resto de acusados.
La hermana de Felipe VI decidió no hacer uso de su derecho a la última palabra y respondió con un "nada que decir, Señoría, muchas gracias" ante la pregunta de la presidenta del Tribunal. La Infanta vivió una jornada muy intensa en la que no faltó el cariño de uno de sus mejores amigos, el modisto español Lorenzo Caprile.
Tranquila y más calmada, Doña Cristina comienza a estabilizar su vida como su propio abogado, Paul Molins, nos ha confesado en exclusiva a CHANCE.
CHANCE: Señor Molins, en la última jornada del juicio, usted ha querido dejar claro que la Infanta Cristina no tenía poder de decisión, que confía en su marido, que era una mujer dedicada a su trabajo.
Pau Molins: Su trabajo, su familia y la institución. Está muy claro, lo he explicado en el juicio, resumidamente es que la Infanta no era una mera socia de la compañía, ella siempre se ha ocupado de su marido pero era totalmente ajena a la gestión. Era evidente en las pruebas del juicio y ha quedado desvirtuada la acusación de Manos Limpias.
CH: Manos Limpias ha intentado demostrar que la Infanta era escudo ante Hacienda, ninguno de los testigos ni del resto de acusados ha podido decir nada en contra de la Infanta.
P.M: Así es, toda la prueba que han dado ha desvirtuado a Manos Limpias, hasta el hecho de haber mantenido la acusación supone una clara temeridad y mala fe por parte de Manos Limpias, al margen de la investigación de la Audiencia Nacional.
CH: ¿Confían en que sea la sentencia absolutoria?
P.M: Lo primero confiamos en que se establezca la justicia y se demuestre la inocencia de la Infanta, a partir de ahí si condenan a Manos Limpias por su temeridad mejor, pero básicamente buscamos que quede clara la inocencia de la Infanta.
CH: Virginia López Negrete ha dicho en Palma que a partir de ahora va tomar medidas legales contra la gente que ha puesto en duda su trabajo, involucrándola en Manos Limpias.
P.M: Es que durante cinco años era la jefa de seguridad jurídica de manos limpias, y el acusador es manos limpias. cada uno sabrá lo que tiene que hacer, pero si un cliente mío a mis espaldas realiza determinadas actitudes me largo al minuto, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera. pero manos limpias es la que ejerce la acusación, no la abogada, no sé qué tipo de acciones legales va a emprender
CH: Los que le han puesto en duda.
P.M: No sé a qué se refiere, no he puesto en duda la actitud de mala fe de Manos Limpias, ni el trabajo del letrado en concreto. Que quede claro que es Manos Limpias quien ejercita la acusación, ya veremos qué pasa cuando dicten sentencia, si Manos Limpias existe y si recurre.
CH: La Infanta no ha ejercido el derecho a la última palabra.
P.M: No había nada que añadir, después de hora y media en su defensa no había motivos de añadir, no solo la Infanta sino todos los acusados.
CH: ¿Cómo estaba la Infanta hoy último día de juicio?
P.M: Más animada porque ya ha pasado, ten en cuenta que desde las cuestiones previas llevamos prácticamente seis meses de juicios, y desde la imputación tres años. Lógicamente el hecho de que haya acabado es un alivio para todos. Ahora nos toca esperar a que el tribunal dicte sentencia.
