El principal problema de la pequeña empresa –o Pyme- es generar fidelización en los clientes. Para erradicar este mal, hay que aplicar técnicas de merchandising y de fidelización. Para que los clientes compren y se queden.
Madrid, a 17 de Febrero de 2017.-
Aunque las técnicas de merchandising puedan estar asociadas con ofrecer a los clientes camisetas técnicas personalizadas como añadido por una compra mínima, y a través de estas promocionar la marca, hay muchísimo más que se puede hacer para convencerlo de que se quede, de que siga comprando recurrentemente, y de que recomiende tus productos a otras personas.
Antes de comenzar cualquier estrategia de este tipo, es recomendable hacer una revisión total de todos los factores que se incorporan a este método de publicidad. En primer lugar, el producto o el servicio. Analizar sus principales características, lo que les hace diferenciarse de la competencia. En segundo lugar, la empresa. Cuáles son los valores, principios, el historial que tienen, y en base a estos criterios establecer el canal más apropiado para la campaña. Y en tercer lugar, el cliente. ¿Quiénes son? ¿Cómo se comportan? ¿Cuáles son sus principales necesidades? Atacar cada una de esas necesidades a través de estos productos, significa ganarse su confianza y su recomendación.
Productos personalizados como obsequio o valor añadido
Una de las estrategias de difusión de la marca mejor conocidas es la de ofrecer un obsequio gratuito al llegar a un monto mínimo. Mientras las tiendas online ofrecen envíos gratuitos cada vez que un cliente asume un gasto superior a determinada cantidad de euros, las tiendas físicas, dependiendo de su ramo, pueden escoger entre diversos productos o servicios para “anclar” al usuario a su facturación, mes tras mes.
Una de las formas más fáciles es ofreciendo camisetas personalizadas. Aprovechar temporadas como las de San Valentín, Navidad, o el propio verano, para personalizar estas prendas con mensajes cautivadores y atractivos, es una manera muy sencilla de llegar a una audiencia más amplia, dejar de forma concisa su mensaje, y ganar más clientes.
Si algo identifica a esta temporada es el viaje. Sobre todo, el viaje liviano. Por eso, otro de los productos líderes para estas campañas de merchandising son las bolsas mochila personalizadas. Al ser productos no tan difundidos, pueden utilizarse para clientes exclusivos o considerados importantes dentro de la empresa.
En esta categoría también están los abanicos personalizados. Porque si algo, definitivamente, identifica al verano es el calor. Siguiendo la lista, se pueden personalizar bolígrafos, agendas y hasta calendarios, pero no tendrían el mismo empuje de captación, ya que su uso se resume al apartado doméstico.
Un concurso viral a través de redes sociales
Generar interacción con la marca es el objetivo principal de una estrategia de fidelización. Es por eso que los concursos virales a través de las redes sociales como Instagram o Facebook resultan tan exitosos, y las empresas cada vez se las ingenian más para contratar servicios de realización de concursos.
A todas las personas les encantan los concursos. Y, si detrás se logra encontrar una causa noble, la interacción será aún mayor. Por lo demás, es un evento que pocos olvidan y si logra hacerse lo suficientemente divertido quedará como una anécdota memorable en el comentario de sus usuarios. Esto se traduce en una buena recomendación para la marca.
Hacerle saber que es importante para el negocio
Los departamentos que se encargan de mantener comunicaciones con los clientes, desde el primer contacto tras entrar en su empresa hasta el contacto telefónico una vez al mes, deben estar trabajando para un mismo fin: hacerle saber al cliente que es el mejor y más importante cliente que en la historia se haya conocido.
Si una persona se siente a gusto en un sitio, no se querrá ir. Por tanto, si un cliente se siente feliz por la forma en que es tratado por su negocio, querrá volver, invitar a sus amigos a probar la experiencia, y así continuar una cadena de usuarios satisfechos. Algunos aseguran nombrar “Disney” a este método, pero lo cierto es que no hacen falta mil dibujos animados para fidelizar a un cliente. Es una cuestión de personalización, participación y muchos mimos.
Empresa: OlimpoMarketing
Autor: Pedro Fernández
