Madrid, 5 de enero de 2017
A muchas de las personas que no tienen mascotas sorprende la devoción ciega de quienes sí las tienen por sus animales de compañía. Los amos establecen con ellos vínculos de tal fuerza que llegan a realizar insólitas muestras de amor incondicional. Son, si acaso, una mínima recompensa por la inmensa mochila de emociones que día tras día reciben de esos seres no humanos, y al tiempo tan humanos. De lo primero que reniegan es de expresiones al uso tales como “no seas perro”, “qué vida más perra” o “hace un día de perros”, entre otras. Cómo se explica que se atribuyan circunstancias claramente negativas a seres tan maravillosos? Se preguntan. Los amos de mascotas, sobre todo de perros, discrepan de esa etiqueta y tienen una amplia experiencia vivida en primera persona para refutarlas.
En casa los perros alcanzan la categoría de parientes premium. En nada se convierten en herederos directos de todo cuanto bueno podamos ofrecerles porque ellos, antes y sin condición, nos han dado una verdad a la que no alcanza casi ningún semejante de nuestra especie. Tener una mascota en casa, verbigracia un perro, es una bendición. Proporcionan compañía, devoción, afecto, cariño, afición, ternura, amistad y amor a raudales. Como ya se ha demostrado en algunas investigaciones, tener un perro en el hogar aumenta el bienestar y ayuda a la salud de los que están a su alrededor. Los niños que viven con perros tiene menos posibilidades de presentar ciertas infecciones en los oídos o problemas respiratorios y un estudio norteamericano menciona que aquellos que leen con perros cerca aprenden más rápido y con más facilidad. Además, los bebés que conviven con estos animales domésticos tienen menos probabilidades de sufrir alergias cuando son mayores.
Con una mascota en casa todo son ventajas. Se las considera una medicina preventiva porque promueven la salud y evitan futuros problemas. Se ha comprobado, incluso, que tener un animal de compañía puede ayudar a la salud de las personas mayores, embarazadas y enfermos. Y es que no sólo nos alegran el día, sino que también nos hacen tener un corazón más sano provocando mayor variabilidad en el ritmo cardiaco al reducir el riesgo de padecer enfermedades y contribuyendo a mejorar el deterioro mental, el estrés, los dolores y depresión.
Con un perro you’ll never be alone, nunca estarás solo. Son la compañía perfecta para aquellas personas más faltas de cariño o que tienen que superar la pérdida de algún cónyuge o familiar. Y, también, son ideales para contrarrestar la sensación de abandono porque la lealtad inquebrantable que profesan a sus dueños hace que éstos se sientan amados, en compañía, seguros. Es cierto que tener una mascota implica muchas obligaciones para mantenerle atendida y en buen estado, pero son rutinas que también comportan importantes beneficios. Por ejemplo en el caso de los perros el hecho de tener que sacarlos a pasear nos ayuda a conocer nuevas personas, relacionarnos, despejarnos del estrés diario, pasear, disfrutar de la naturaleza de los parques y, en definitiva, de relacionarnos.
En su cuidado pondrás el máximo celo. Así debe ser y así será porque te saldrá del corazón, en justa correspondencia a todo lo que tu perro te da cada día. Buscarás el mejor pienso para un perro y procurarás que siga la dieta BARF como alternativa natural que aconsejan los expertos de SoyUnPerro.com, donde siempre dan en la diana con la más completa información de todo lo concerniente al cuidado de tu mascota . Al fin y al cabo tu perro es una fuente inagotable de diversión, de buenas sensaciones. Cada día se escribe el relato de una nueva travesura, o de una emocionante historia que nos llevan a soltar alguna lágrima.
A menudo los perros reaccionan con tal inteligencia que sorprende a sus propios amos, testigos directos y exclusivos de circunstancias increíbles que bien podrían encajar en el argumento de las más emotivas producciones cinematográficas. Sumemos a todo ello su capacidad para proporcionarnos seguridad tanto en nuestro hogar como a nivel personal. Son los primeros que se alertan ante cualquier situación de peligro y esto nos genera una sensación de mayor seguridad, tranquilidad y confianza.
Como buenos amigos incondicionales, son leales. Maravillosos compañeros en lo bueno y en lo malo, logrando de este modo que nos sintamos especiales, únicos. Tal es su influencia que nos ayudan a mejorar las relaciones con el resto de personas, aportándonos un equilibrio emocional que resulta beneficioso para el contacto con el resto. Los perros nos cambian a mejor, nos hacen ser más responsables, cariñosos y atentos, lo que redunda en un mayor contacto social. En resumen, el perro nos indica el camino a la felicidad. Un camino con doble sentido de circulación ya que les necesitamos a ellos y ellos a nosotros. Lo que viene a ser una simbiosis perfecta.
Emisor: Soyunperro.com
