Madrid, a 26 de Abril de 2018.-
Si estamos pensando en crear nuestras propias camisetas personalizadas, es importante tener presente en todo momento que aunque nuestra idea pueda parecer atractiva, la voluntad que dispongamos luego de llevar esa camiseta en el día a día podría ser diferente.
Diseñar camisetas personalizadas requiere tener presente una serie de aspectos clave para que el futuro portador ya sean nuestros clientes o empleados.
Ideas para optimizar la calidad de nuestras camisetas personalizadas
Existen una serie de elementos imprescindibles que nos permitirán crear la camiseta perfecta.
1. El tipo de diseño es importante
Sea cual sea la imagen que hayamos decidido introducir en nuestro próximo lanzamiento de camisetas serigrafiadas, es importante tener claro algunos conceptos básicos de diseño. En el mundo de la serigrafía, los colores son diferentes con respecto al formato digital. No se aplica la escala RGB o CMYK (aunque exista una conversión), sino la escala Pantone, específica para el mundo textil. Afortunadamente los programas de diseño más populares tales como Photoshop, Illustrator y Gimp permiten aplicar esta escala de colores de manera más eficiente.
Además, hemos de ser conscientes de que no todos los tipos de serigrafía admiten cualquier número de colores. Por ello sería conveniente informarnos con anterioridad en función de las características del diseño que pretendemos hacer.
Existen empresas que nos facilitan la conversión sea cual sea el diseño que les enviemos. Pero es cierto que el resultado final no va a ser exacto al que vimos originalmente en la pantalla del ordenador, y por ello la mejor idea es hacer las cosas bien desde el primer momento, para no llevarnos sorpresas indeseables luego.
2. El mensaje debe ser subliminal
Generalmente no suele ser plato de buen gusto mostrar unas camisetas publicitarias con una imagen de marca central y demasiado explícita, porque suelen tener una pobre asociación en términos de imagen pública.
Si deseamos crear una campaña o simplemente darnos a conocer es mejor idea hacerlo de una manera original, y si cabe, subliminal. A veces recurrir al humor suele ser una gran idea pero también hay que entender cuál va a ser nuestro público objetivo. No es lo mismo dirigirse a gente joven que estaría dispuesta a exhibir una camiseta con alto contenido satírico, que a un conjunto más mayor que posiblemente prefiera reflejar algo más elegante o distintivo.
Muchas marcas optan por lanzar camisetas publicitarias baratas con un simple logo que pasa inadvertido. Pensar alternativas que puedan destacar mejor la imagen de la marca y no recurrir al clásico formato sin prominencia suficiente puede merecer la pena de cara a una importante inversión en este producto.
3. Analiza el contenido
Dependiendo de la tirada que tengamos en mente, sería interesante plantear una serie de pasos previos a la producción más masiva de nuestra camiseta personalizada. Evidentemente no es lo mismo lanzar cinco que mil camisetas personalizadas. Es conveniente lanzar algunas versiones de prueba para ver cómo quedan esos diseños. Hay que entender que no es lo mismo el resultado visto en una pantalla de ordenador que ya la prenda puesta en los usuarios finales de distinta estructura física.
Es posible que ciertas partes del diseño no se vean bien, o se deformen en función de la constitución de sus usuarios. Es por ello que sería interesante dejar las partes menos destacables del diseño en aquellas zonas más susceptibles de ser deformadas, y centrar el mensaje más importante en aquellos puntos que se verán más claramente.
Cuanto más simple sea el diseño más fácil será adquirir una idea aproximada del conjunto sin tener que ver todas sus partes. Esto captará la atención mejor de aquel que la visualice. Hay que recordar que, en cierto modo, el objetivo de las camisetas publicitarias no es solo incrementar el compromiso de aquel que las porta, sino servir de medio para transmitir una idea a través del usuario que la lleva.
Combinando todos estos factores se puede alcanzar un resultado muy profesional.
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