MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Con frecuencia oigo estas palabras, llegadas de clientes que acaban de ser víctimas de un robo en su vivienda; o en el mejor de los casos, de enterarse del que acaba de sufrir algún vecino.
En una cerrajería 24 horas es un tema tan cotidiano, como el que la gente se deje las llaves dentro de casa. Desde mi punto de vista, sería mucho más eficaz tratar de complicarle la vida a un ladrón que pudiera considerar asaltar mi hogar.
Existen medidas disuasorias al alcance de prácticamente cualquier bolsillo que inclinarían la balanza y harían que ese delincuente buscase en otros lares.
Me gustaría aclarar que cualquier cerradura o sistema de seguridad es susceptible de ser forzado. Algunos requieren de gran conocimiento y habilidad.
La cuestión es que la mayoría de nosotros no guardamos "un Picasso" en nuestra casa y con ello atraigamos la atención de "profesionales" con la destreza suficiente como para superar nuestra puerta.
Con lo que me encuentro a diario como cerrajero en Barcelona, es con patanes que con poca destreza y un conocimiento mínimo, se aprovechan de la falsa sensación de seguridad que nos proporciona cerrar nuestra puerta con llave.
La llave de cerraduras de conocidas y fácilmente aprovechables debilidades. Esta es una lotería a la que todos quedamos expuestos, con la sola excepción de los que están dispuestos a renovar su cerradura e incorporar sistemas mas seguros.
Por ejemplo existen bombines anti rotura, anti bumbing, no ganzuables, etc* También escudos magnéticos que tapan nuestra cerradura e impiden un acceso directo a la misma. Aunque todo empieza por tener una buena puerta, que sino acorazada, si lo suficientemente sólida como para soportar un primer envite.
Resumiendo diría que es mejor prevenir renovando nuestra cerradura, que tener que lamentar no haberla cambiado.
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