El PSPV aboga por "un nuevo modelo de valencianismo político" que configure un "bloque social de progreso"

Actualizado: martes, 22 julio 2008 18:42


VALENCIA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

El PSPV planteará en su Congreso Nacional, que se celebrará los días 26, 27 y 28 de septiembre bajo el lema 'amb tu, 1 nou projecte', que la propuesta de la formación contemple "el apoyo a un nuevo modelo de valencianismo político", así como que proponga "la configuración de un bloque social de progreso" que "permita una regeneración democrática y autonómica" de la Comunitat con "más sociedad y un Estado mucho más eficaz".

Así lo anunció hoy Ángel Luna durante la presentación de la ponencia marco del XI Congreso Nacional de los socialistas valencianos, acto en el que compareció junto a Inmaculada Rodríguez-Piñero y Alfred Boix, todos ellos componentes del equipo encargado de redactar el documento, trabajo coordinado por Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE.

Luna precisó que ese "nuevo modelo de valencianismo político" que proponen "no es ni folclórico ni populista", tampoco "va a apelar a las esencias" ni "se va a declarar victimista", sino que se basa en que "entiende al ciudadano valenciano como sujeto político con carácter doble: estatal-español y valenciano-autonómico".

Señaló que en la Comunitat existe un posicionamiento más fuerte del centro que a nivel nacional, superior en un 10 por ciento, por lo que estimó que el PSPV, "bien posicionado" en los referentes de la izquierda, "necesita abrirse a sectores que están más anclados en el centro" pero que comparten "la necesidad de una ampliación y refuerzo de los derechos individuales y de las libertades personales", así como "el valor que se le da a la búsqueda de la cohesión social" y "la necesidad de que las instituciones tengan un funcionamiento eficaz".

Luna apuntó que "la posición de los ciudadanos, la situación socioeconómica y la evolución de la sociedad tienen que condicionar claramente la propuesta estratégica de los socialistas", que si bien "tiene que seguir apoyándose en los valores tradicionales de la socialdemocracia", debe contemplar el apoyo a ese "nuevo modelo de valencianismo político" y liderar la creación del citado "bloque social de progreso".

Al respecto, indicó que podrían integrarse en dicho bloque "muchos sectores sociales que seguramente no se identificarían con un discurso socialdemócrata clásico" pero que "pueden empezar a apreciar cómo un comportamiento autoritario lastra las posibilidades de crecimiento y desarrollo futuro de la Comunitat" o "cómo el descontrol con el que se gobierna en las instituciones valencianas" provoca "el funcionamiento ineficaz del Estado" y con ello, "consigue socavar los bolsillos de todos".

"NUEVA POLÍTICA" CON "NUEVO NOMBRE"

En la misma línea, anunció que "la mejor forma de simbolizar" ese intento de "fundamentar una nueva política" es "con un nuevo nombre", de modo que los socialistas propondrán cambiar sus siglas actuales de PSPV-PSOE por las de PSCV-PSOE, sustituyendo así el término 'País Valencià' por el de 'Comunitat Valenciana'.

Argumentó esta modificación a la intención de "asimilar de manera clara el imaginario de los socialistas al imaginario de la mayoría de la ciudadanía de la Comunitat Valenciana", de modo que conservarán el suyo particular en su "bagaje emocional, político e histórico" pero optarán por unas siglas que muestren "de una manera clara que hay un proyecto que está perfectamente anclado en la realidad y que conecta perfectamente con el imaginario de todos".

Luna explicó que supone "adaptarse a la denominación oficial" de la región tras la aprobación de su Estatuto de Autonomía, un cambio que "si se adopta, se hará de forma voluntaria y debatida", y que responde a que consideran "más razonable adaptar el nombre del partido al imaginario que está en la calle y a la realidad jurídico política de la Comunitat".

Asimismo, señaló que "después de barajar todos los nombres barajables y alguno más", optaron por esta denominación al considerar que "contempla al mismo tiempo todas las posibilidades y lima todas las posibles aristas de sectores que pudieran no verse especialmente representados con otro tipo de siglas", al tiempo que hizo hincapié en que "se trata ni más ni menos que de simbolizar una nueva manera de ver las cosas".

Sobre este punto, insistió en que se trata de "simbolizar que el partido socialista le hace una propuesta a sectores sociales que van más allá de lo que ha sido su electorado tradicional en los últimos años", y que "se están viendo ya agredidos" por la "política autoritaria" del Consell, una propuesta que consiste en "más sociedad" y en un ejecutivo "abierto a la participación, al control y al buen gobierno".

Recalcó que "simboliza mejor la apertura hacia sectores sociales" que "nunca" habían mirado a los socialistas por considerarlos "un partido exclusivamente de la izquierda" y que no tenía "nada que ver con su imaginario colectivo, con su manera de ver las cosas y con sus intereses concretos" y con los que "sí que tenemos que ver", sentenció Luna, quien agregó que esta formación puede "liderar esa mayoría social que hoy en día ya necesita un plan mejor".

CAMBIO SIN RENUNCIAS

El responsable socialista aseveró que "no se renuncia a nada" con la nueva propuesta de siglas, que se produce al igual que el preámbulo del Estatuto incluye una referencia al País Valenciano como una de las ideas madres desde el punto de vista histórico que configuran la Comunitat Valenciana, o como cuando el Partido Popular del Reino de Valencia "se adaptó a la denominación oficial".

"Nosotros nos reconocemos como herederos de otra tradición historia con otro imaginario histórico", destacó Luna, quien reconoció no obstante que "hay una inmensa mayoría de los ciudadanos que piensa que su comunidad es la que es y se llama como se llama, y vive en esa comunidad y quiere vivir en esa comunidad, y no quiere que siga habiendo conflictos en torno a cosas que son de todos y que todos aceptamos".

Por último, precisó que no cambiarán la denominación de 'Congreso Nacional', dado que la Comunitat es "una nacionalidad histórica" y, en su opinión, "congreso 'nacionalitario' quedaría bastante peor", al tiempo que consideró vigente la voz de 'obrero' en las siglas nacionales, puesto que este término "no está fuera de la realidad jurídico política".