CASTELLÓN, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha manifestado que le corresponde al Ministerio de Fomento responsabilizarse de la bonificación ante la posibilidad de desviar los vehículos por la AP-7, ya que, según ha apuntado, "lo puede asumir" porque "ya ha tenido, en otros espacios territoriales, la posibilidad de hacerlo".
Así lo ha afirmado Puig este miércoles tras la presentación de la I Jornada Internacional de Innovación en la Cámara de Comercio de Castellón al ser preguntado por las declaraciones que hizo este martes el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, en un acto en Valencia en el que pidió al Consell una aportación económica.
En este sentido, el presidente de la Generalitat ha remarcado que Fomento "tiene que hacer lo mismo que ha hecho en otras circunstancias y en otros territorios" y que, por este mismo motivo, la Comunitat Valenciana quiere "ser como los otros".
Además, Puig ha recordado que en los últimos cuatro años "se han dejado de invertir más de 2.000 millones de euros" que correspondían a la Comunitat Valenciana. Por ello y ante esta falta de inversiones, ha apostillado que ahora Fomento bien puede llevar a cabo "una cuestión que es menos costosa" para el Estado.
Siguiendo con la línea de las inversiones, Puig también ha exigido que cuando se apruebe la reforma del Estatuto, cuya debate de toma en consideración ya se ha producido en el Congreso de los Diputados, anualmente se invierta en la Comunitat un 11 por ciento de las inversiones del Estado.
En este punto, ha afirmado que este porcentaje "es lo que nos corresponde" y ha criticado que en los últimos cinco años "no se ha invertido más del 7 por ciento", por lo que, tal y como ha dicho, hay "más que razones suficientes para tener derecho a una compensación".
Finalmente, Puig ha clamado que "la justicia redistributiva en España se tiene que empezar a aplicar a partir de las inversiones públicas".
CERCANÍAS
Interpelado sobre el hecho de que también en Valencia Gómez-Pomar se mostrara reacio a transferir la gestión de la red de cercanías a la Generalitat, Ximo Puig ha sentenciado que "lo que se tiene que hacer es acabar con el insulto a la inteligencia que significa la situación que hay entre Castellón y Valencia" debido a las obras del tercer hilo.
Puig considera que "a medio y largo término es mejor que los cercanías funcionen desde la Generalitat", ya que "está más próxima" y porque tendrá "más interés de lo que han demostrado ellos".
Además, ha citado los problemas que hay entre Vinaròs, Benicarló y Castellón como muestra de que "no hay ningún interés real en las cercanías". Un motivo por el que cree que, al ser un transporte de proximidad y siguiendo las transferencias que se han realizado en otros lugares, "se podría transferir con el apoyo económico necesario para producir la modernización y un servicio de calidad".
