VALÈNCIA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El perro Spirit, víctima de maltrato animal al sufrir hace un año y medio un disparo en la cara que le destrozó la parte inferior de la mandíbula, ha recuperado la calidad de vida que disfrutaba antes de la brutal agresión tras cuatro operaciones y la implantación de una prótesis pionera.
Tras sufrir el ataque, Spirit fue encontrado con vida por una pareja que le trasladó de inmediato a la protectora sevillana Santuario La Candela, que inició una campaña de donaciones que ha permitido al can recibir todas las atenciones médicas necesarias para recobrar su calidad de vida.
Tras estabilizarle en una clínica veterinaria de Sevilla, en julio de 2016 La Candela contactó con el Hospital Veterinario Valencia Sur para encontrar a los mejores cirujanos maxilofaciales y a partir de ese momento, el equipo del centro veterinario inició un protocolo médico que ha tenido varias fases con hasta tres intervenciones previas y cuatro meses de hospitalización, ha informado este hospital en un comunicado.
La primera de las operaciones tuvo como objetivo insertarle una sonda intragástrica para alimentarlo, la segunda para reconstruir los tejidos blandos de su cara y la tercera para implantarle una primera prótesis que le reconstruyó 3 centímetros.
En total, fueron cuatro meses de hospitalización. No obstante, aunque el animal ha podido recuperar mucho peso, su lengua seguía muy expuesta con el consiguiente riesgo de infecciones que eso suponía. Así, el pasado 30 de septiembre se produjo la cuarta y última de las operaciones para implantarle una nueva prótesis de mandíbula, en este caso fabricada especialmente para él, que ha logrado ampliarla en 5 centímetros, hasta un total de 8. Se trata de la primera prótesis fabricada para veterinaria e implantada a un perro.
La intervención, de casi cuatro horas de duración y que sienta precedente en el ámbito veterinario, ha sido posible gracias a un equipo de cirujanos maxilofaciales veterinarios y de humana, liderados por Jorge Llinás, director del Hospital Veterinario Valencia Sur, y el doctor de medicina humana Fernando Gómez, junto con un equipo de veterinarios y auxiliares.
Su familia de adopción y los responsables del Santuario La Candela han estado junto a él en todo momento dándole apoyo y fuerza.
Desde el equipo médico están "plenamente satisfechos con la operación y más aún con la evolución que está teniendo estos días el animal y se espera que en un breve plazo de tiempo el perro recupere, casi en su totalidad, la calidad de vida que disfrutaba antes de la brutal agresión".
