La Asociación crítica que el retraso de dos meses en las obras "imposibilita la campaña de verano"
VITORIA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Hosteleros del Casco Viejo de Vitoria afirmó hoy que las sanciones por el incumplimiento de horarios y el retraso en las obras, que harán que "la campaña de verano sea imposible", han colocado al sector en una "situación crítica".
Iñaki Marquínez, representante de Txapeldun, colectivo de la calle Cuchillería y miembro de la asociación, afirmó en rueda de prensa que durante lo últimos cuatro meses de protestas, para la ampliación del horario hostelero, "no ha habido ni queja ni crispación alguna relativa al ruido o incumplimiento de horarios" por parte de los más de 10.000 vecinos que engloba la asociación vecinal del Casco Viejo, Gasteiz Txiki.
Marquínez señaló que el retraso de dos meses en las obras de acondicionamiento del Casco Viejo, que actualmente están actuando a lo largo de la calle Cuchillería, "imposibilitarán la campaña de verano y el poner terrazas", ya que desde ahora hasta agosto estarán las "calles levantadas".
El representante de la asociación afirmó que de indemnizaciones por las obras "mejor ni hablamos", pese a que explicó que "suele haber tuberías rotas o apagones de luz". Asimismo, la asociación hostelera denunció que desde el Ayuntamiento "ya no se respetan ni las fechas especiales como Carnaval" y que "las multas no cesan, incluso han empeorado".
Marquínez apuntó que sin actividad nocturna ni campaña de verano "lo único que se va a conseguir es que se cierren los bares", informando que "un bar del Casco Viejo ya ha cerrado y ya se han dado despidos de camareros".
QUEJAS DE LA NORMATIVA MUNICIPAL
El representante de la asociación pidió al Consistorio y al concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, que "flexibilice los horarios y dinamice las licencias", ya que no se está pidiendo una "anarquía horaria, sólo que se amplié el horario una hora".
Actualmente los bares de Vitoria tienen la obligación de empezar a desalojar a sus clientes a la 1.30 horas sábados y festivos y a las 12.30 el resto de días de la semana, ampliándose el horario media hora en verano.
Marquínez consideró que "no es democrático" que "sólo se intente hacer cumplir la normativa a tres calles del Casco Viejo", y que la Policía les trata "como delincuentes, mientras los delincuentes de verdad campan a sus anchas por la calle".
Por último, desde la asociación de hosteleros criticaron que Bully retrasase cinco meses la reunión, "hasta después de las elecciones", para decirles "lo de siempre". Por su parte, los hosteleros reclaman poder ganarse la vida "de una manera honrada" ya que "quieren al Casco Viejo" y llevan allí "toda la vida".
