PP culpa a Aralar y EA de permitir que Etxerat "burlara" la primera prohibición

Actualizado: domingo, 3 enero 2010 16:04

BILBAO, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, aseguró este domingo que Aralar y EA permitieron el sábado, gracias a su convocatoria, que el colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat, "burlara" la primera prohibición de la Audiencia Nacional a su marcha en favor de los recursos de la banda.

En declaraciones a Europa Press, Barreda explicó que "la impresión que puede sacar el ciudadano medio" sobre esta marcha es que "los convocantes iniciales se habían salido con la suya".

"EA y Aralar han servido de pretexto, de tontos útiles o quizá voluntariamente se han prestado a facilitar a Etxerat ese objetivo, que la marcha al final sea un calco de la inicialmente prevista, que el protagonismo les corresponda a ellos --al colectivo de familiares de presos-- y que los objetivos sean los que ellos pretendieron", añadió.

Para Barreda, que la Audiencia Nacional autorizara esta segunda convocatoria fue "un error" porque "esa burla" a la primera prohibición era "algo anunciado".

Una vez que la manifestación se produjo y comprobado en qué forma se desarrolló, el dirigente del PP estimó que ahora corresponde "ver si hay atestado de cómo se desarrollaron los hechos" y "en todo caso, exigir responsabilidades si no se han incumplido las condiciones impuestas por la Audiencia Nacional para su celebración".

"FRAUDE MANIFIESTO"

Sin embargo, destacó que, "desde el punto de vista político", nos encontramos "ante un fraude manifiesto" consumado por los convocantes iniciales a los que se había prohibido su marcha.

"Políticamente cabe preguntarse a quién servían Aralar o Eusko Alkartasuna en esa marcha, cómo se pueden prestar a esa manipulación o cómo se puede jugar en democracia a equiparar los derechos y las libertades democráticas con las pretensiones de algunos señores, que es lo que ayer se defendía", agregó.

A su juicio, el sábado no se produjo "ninguna denuncia de derechos conculcados", sino que se presentó "una pretensión política concreta en relación con el cumplimiento de las condenas".

"No hay nada equiparable ni que se pueda presentar como una defensa de todos los derechos democráticos; es todo lo contrario, es pretender convertir los objetivos políticos, las pretensiones políticas de algunos en derechos, y eso es lo que evidentemente en democracia no es posible", concluyó.