Pide el apoyo de la oposición para recortar subvenciones a partidos, sindicatos y patronal y pactar materias como la nueva Ley del Suelo
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El futuro presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado el trabajo de los conselleiros que integraron su gabinete en el pasado mandato y ha avanzado que Galicia "seguirá siendo la nacionalidad histórica con el gobierno más reducido", cuya composición anunciará el próximo domingo y que contará con "aún menos altos cargos".
Ante buena parte de los aún conselleiros, ya que siete de los ocho miembros de su Gabinete son diputados, Feijóo ha abonado la tesis que domina en el PP de que el próximo será un gobierno de continuidad, al reivindicar que "gobernaron Galicia en el momento más complejo y por muy grandes que fueran las dificultades, todos los días cumplieron con su deber".
Con la incógnita de si se decidirá a nombrar un vicepresidente, cargo en el cual muchos ven a Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia en funciones y secretario general del PPdeG, Feijóo sólo ha desvelado en su discurso de investidura que volverá a disminuir la estructura de la Xunta "con nuevas fusiones en el seno de la Administración autonómica".
El Gobierno en funciones de Feijóo cuenta con ocho consellerías, después de que en enero redujese en dos el diseño con el que arrancó en 2009 la octava legislatura. Además, dentro de su intención de "completar la reforma institucional", el líder 'popular' ha asegurado que consolidará la disminución de gabinete, "ya reducido cerca de un 40% en la pasada legislatura" y que seguirá con la bajada del coste de la administración paralela.
AUSTERIDAD EN OTROS ÁMBITOS
Pero Feijóo ha dicho que quiere llevar también "una mayor austeridad" a otros tres ámbitos, para lo cual ha requerido el apoyo de la oposición. Así, ha propuesto a los otros tres grupos parlamentarios analizar "una nueva reducción de las subvenciones" a los partidos políticos, sindicatos y patronal y "ordenar" los salarios de los cargos municipales "conforme a criterios objetivos", así como regular los sueldos de trabajadores de ayuntamientos y diputaciones.
Asimismo, ha aprovechado la primera sesión del debate de investidura para recuperar su propuesta de reducir el número de diputados del Parlamento "dentro de los límites que marca el Estatuto", y "sin prejuicio" de que también se puedan volver a revisar las retribuciones. Al respecto, ha subrayado que la reducción de 75 a 61 diputados que promovió en la pasada legislatura no hubiese provocado cambios en la distribución de fuerzas políticas y sólo hubiese supuesto un ahorro de recursos públicos.
Feijóo, que será elegido presidente de la Xunta el próximo jueves con los 41 votos del PPdeG, también ha lanzado el guante a la oposición para llegar a entendimientos en hasta ocho materias, entre las que ha situado un acuerdo para defender los intereses de Galicia en la negociación de los fondos europeos y en el nuevo sistema de financiación autonómica.
También ve deseables consensos para mantener la posición de Galicia en el mapa financiero, incentivar el crecimiento, por el futuro del sector rural, así como para la nueva Ley del Suelo, la ordenación del mapa municipal y el blindaje de los servicios públicos.
DESAFECCIÓN CIUDADANA
Y es que el aún presidente en funciones de la Xunta ha alertado de la "amenaza" del divorcio entre la comunidad y sus representantes y ha indicado que, fuera del Parlamento, "una gran mayoría de gallegos trabajan juntos, pese a discrepar en sus ideas".
Así, ha subrayado que "Galicia necesita de la unidad para resolver sus problemas del presente" y en otro momento de su discurso, ha alertado de que la política "también necesita hacer autocrítica", a la vista del "distanciamiento" entre la sociedad española y sus políticos.
Previamente, el dirigente 'popular' había reivindicado los resultados que el PPdeG logró en las elecciones del 21 de octubre, al aumentar en tres su número de escaños pese al escenario de "extraordinarias dificultades". La clave del éxito electoral de los 'populares' Feijóo la ha interpretado como que "Galicia no es del PP, sino que el PP es de Galicia".
No obstante, ha advertido que, "de la misma forma que la mayoría absoluta del PP no es un cheque en blanco, tampoco la mayor división de la oposición debe traducirse en una mayor confrontación", en alusión a la entrada en la Cámara de los nueve diputados de Alternativa Galega de Esquerda, la coalición de IU y la formación de Xosé Manuel Beiras escindida del BNG.
"Démosle al galleguismo su verdadero significado. Galleguista es aquel que se alía con sus contemporáneos para hacer posibles las ilusiones comunes y mirar juntos hacia adelante", ha proclamado, mientras que ha hecho hincapié en que en Galicia "hay sitio para todos". Para Feijóo, es necesario abrir vías de cooperación, y ha alertado de que "el minifundismo puede ser un pecado venial en épocas de bonanza económica, pero se convierte en mortal en estos tiempos de crisis".
Por su parte, Feijóo ha garantizado "firmeza" para defender los intereses generales de Galicia cuando crea que se ven amenazados, pero ha puntualizado que el modo de reivindicarse "no es desde la estridencia, sino desde el ejemplo".
"Dicen que lo peor ya pasó. Dicen también que lo mejor está por llegar. Yo digo, convencido, que Galicia avanzará, que Galicia crecerá y que Galicia resurgirá. Galicia, Galicia, Galicia", ha concluido Feijóo su intervención de en torno a hora y media en la primera sesión del debate de investidura.
Los 49 folios de su discurso, interrumpidos por más de una veintena de aplausos desde las bancadas populares, fueron seguidos desde la tribuna de invitados por cargos institucionales del PP, como los tres presidentes de sus diputaciones, alcaldes como los de Santiago y Ferrol, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, o exdiputados como el socialista Ismael Rego. Entre los asistentes también estaba una de las hermanas del expresidente de la Xunta, Rosario Fraga, madre del portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy.
