Una verinesa que perdió a su hija a punto de dar a luz pide en el Congreso un protocolo hospitalario de muerte perinatal

Publicado: martes, 22 mayo 2018 14:28

Lleva a la Cámara y al Ministerio de Sanidad más de 225.000 firmas para evitar que "muchísimas mujeres" pasen por su experiencia "traumática"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Un protocolo hospitalario específico para madres que dan a luz a niños fallecidos es la petición que realiza en el Congreso Beatriz Rodríguez, una mujer natural de Verín (Ourense) que perdió a su hija en la 41ª semana de embarazo y que, posteriormente, fue ingresada "en la misma planta" que el resto de madres y "sin ayuda psicológica".

Así lo ha contado en una entrevista con Europa Press este martes, mismo día en el que se reúne con la diputada del Grupo Popular María Teresa Angulo y con el parlamentario socialista Jesús María Fernández Díaz para trasladarle su caso y pedir, con el apoyo de más de 225.000 firmas de la plataforma Change.org, la creación de un protocolo hospitalario de muerte perinatal.

"Me llamo Beatriz y, como tantas otras madres, sé lo que es dar a luz a un niño sin vida. Este es un tema del que apenas se habla, porque es duro, porque desagrada y porque nadie sabe qué decir, pero es una realidad. La muerte perinatal existe y a quienes la sufrimos nos ayudaría muchísimo que se aplicara un protocolo de actuación específico en los hospitales en los que damos a luz. No quiero que ninguna mujer pase por lo que tuve que pasar yo", cuenta en la recogida de firmas.

Y es que, según ha explicado, "solamente determinados hospitales" disponen de directrices en estos casos. "No hay ayuda psicológica especializada, no hay ayuda para los familiares, nos ponen en el mismo lugar donde están otras mujeres teniendo a sus niños... Psicológicamente eso es muy duro", ha expresado.

El 7 de diciembre de 2016, durante la semana número 41 de su embarazo, Rodríguez acudió al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (Chuou) para hacerse una prueba basal, un procedimiento que se realiza para comprobar el estado del feto antes del parto. "Me dijeron que estaba todo bien", asegura.

Según su relato, acudía a entregar los resultados al servicio de urgencias cuando decidió ir al baño. En ese momento, Rodríguez encontró en su ropa interior lo que define como "un tapón amarillo". "Le pregunté a la enfermera si eso era normal y me dijo que me lo mirarían", prosigue.

Durante las pruebas que le realizaron a continuación, la verinesa asegura que la ginecóloga "se empezó a poner nerviosa porque no le encontraba el latido a la niña y me preguntó cuándo había sido la última vez que me había hecho un basal". "Hace diez minutos, y estaba todo normal", respondió Rodríguez.

"NO TUVIERON COMPASIÓN"

Entonces, la doctora le certificó la muerte de la niña y, después de más de un día "con contracciones y sin ayuda psicológica", tuvo a la niña en un parto "normal", a pesar de que le practicaron una "cesárea inútil".

Además, Rodríguez denuncia que, después de dar a luz, fue ingresada durante un mes "en la misma planta" que el resto de mujeres. "No tuvieron ni compasión ni nada, venían las madres con sus niños, les pedí que me quitaran de allí y me dijeron que no podían", sentencia.

"Se me cayó el pelo, tardaron más de 15 meses en entregarme la autopsia, que se contradice con el parto, le pidieron una prueba de paternidad a mi pareja... todo han sido aberraciones", ha declarado la verinesa, quien también asegura que "ya existe" una denuncia presentada "por lo penal y lo administrativo".

UNA EXPERIENCIA "TRAUMÁTICA"

Esta experiencia, que Rodríguez califica como "traumática" casi año y medio después, es algo que, en sus palabras "está pasando a muchísimas mujeres hoy en día y desde hace 30 o 40 años".

"Las personas que te atienden en un parto perinatal o neonatal pueden ser grandísimos profesionales, pero en estos casos es necesario que, además, estén específicamente formados sobre qué necesitan unos padres que acaban de dar a luz a un bebé sin vida", escribe Rodríguez en Change.org.

Por todo ello, el documento con las más de 225.000 ha sido llevado al Congreso este martes y será presentado este miércoles ante el Ministerio de Sanidad. "Intento cambiar algo para que mi hija no haya muerto en vano", ha expresado.