LONDRES, 2 Nov. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Las agencias humanitarias se encuentran en situación de alerta por la huida masiva de la población civil de Mosul a causa de la ofensiva militar lanzada por el Gobierno iraquí y sus aliados para echar a los terroristas del Estado Islámico.
La campaña comenzó el pasado 17 de octubre, y a medida que las fuerzas iraquíes se han ido acercando a Mosul, donde finalmente han conseguido entrar en los últimos días, la llegada de civiles a los campamentos para desplazados internos ha sido mayor.
Naciones Unidas ha advertido de que la ofensiva podría desencadenar una crisis humanitaria por la huida de la población civil, que en el peor de los casos podría alcanzar un millón de personas, de acuerdo con cálculos de la organización humanitaria.
"La gente está empezando a llegar ahora desde ciudades pequeñas en los alrededores de Mosul", ha contado Joe Cropp, de la Federación Internacional de las Sociedades de Cruz Roja y Media Luna Roja (FICR), a Thomson Reuters Foundation.
Cropp ha explicado que las organizaciones humanitarias ya eran conscientes de que algo así iba a pasar por lo que han estado haciendo los preparativos "durante los últimos dos meses", cuando el Gobierno de Haider al Abadi reveló que el asalto a Mosul era "inminente".
La mayoría de la gente ha llegado a pie con lo puesto al campo para desplazados internos erigido en Jazer, al este de Mosul. "Estábamos muy preocupados por que los niños lloraran durante la noche y nos descubrieran", cuenta una madre citada por la FICR.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cerca de 21.000 personas han abandonado Mosul y sus alrededores desde el inicio de la ofensiva. La ONU ha levantado seis campamentos con capacidad para 50.000 personas y prevé construir otros once.
Se espera que en los próximos días y semanas lleguen muchas más personas. Betsy Baldwin, directora para Irak de la ONG Tearfund, ha indicado que solo en una noche cienos de personas alcanzaron uno de los campamentos.
"Las comunidades locales también están compartiendo la responsabilidad de acoger a los desplazados internos, pero incluso con la mejor voluntad del mundo no podrían acoger a un millón", ha subrayado, por su parte, Gyula Kadar, de la FICR.
