La Archidiócesis de Dublín encubrió "obsesivamente" los abusos a menores

Actualizado: jueves, 26 noviembre 2009 18:35


DUBLIN, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Archidiócesis de Dublín encubrió "obsesivamente" los abusos a menores cometidos por religiosos de la misma, según reveló este jueves el informe final elaborado por la Comisión de Investigación designada por el Gobierno para estudiar esta cuestión. El documento también responsabiliza a las autoridades del encubrimiento por no haberse asegurado de que la Iglesia estaba cumpliendo con la ley.

Según el informe, que cubre el periodo entre el 1 de enero de 1975 y el 30 de abril de 2004, "sin ninguna duda" la Archidiócesis de Dublín encubrió los abusos cometidos por religiosos, y "las estructuras y normas de la Iglesia Católica facilitaron el encubrimiento". Existía, afirma el texto, "una preocupación obsesiva con el secreto y con evitar el escándalo".

Asimismo, también se responsabiliza a las "autoridades estatales de facilitar el encubrimiento por no cumplir con su responsabilidad de asegurarse de que se aplicaba la ley de forma igual para todos y permitir que las instituciones de la Iglesia estuvieran fuera del alcance" de la justicia.

De acuerdo con la comisión, "el bienestar de los niños, que debería haber sido la primera prioridad, no fue ni siquiera un factor considerado en el primer momento". En lugar de ello, "la atención se centró en evitar el escándalo y preservar el buen nombre, estatus y bienes de la institución y (...) de los sacerdotes", denuncia el texto, según el 'Irish Times'.

Por todo ello, la Comisión, creada en marzo de 2008, recomienda al Estado que "garantice que ninguna institución recibe una inmunidad similar nunca más". "Esto sólo puede garantizarse si todas las instituciones están abiertas al escrutinio y no reciben ningún estatus de exención por parte de los órganos del Estado", precisa.

El informe final había sido entregado el pasado mes de julio al ministro de Justicia, Dermot Ahern, y desde entonces fue remitido en dos ocasiones al Tribunal Supremo, ya que se temía que la publicación de su contenido pudiera perjudicar los procedimientos contra dos hombres que se enfrentan a denuncias de abusos y la comisión ha investigado. Finalmente, la semana pasada recibió 'luz verde' para su publicación.

INVESTIGACIÓN DE 46 SACERDOTES

El texto es resultado de la investigación realizada por la comisión de las acusaciones presentadas contra una muestra de 46 sacerdotes, del total de 102 en ese periodo, y contra los que hay 320 denuncias.

La comisión detalla pormenorizadamente la actuación que tuvieron durante el periodo investigado los distintos arzobispos que ocuparon la Archidiócesis de Dublín, reprochándoles entre otras cosas el intentar "evitar el escándalo", "no investigar adecuadamente las denuncias" o restaurar en su ministerio a religiosos que habían confesado abusar de menores, entre otras cosas.

En cuanto a los sacerdotes de la Archidiócesis, el informe afirma que "sólo unos pocos fueron valientes y llamaron la atención a sus superiores sobre las denuncias" de abusos, si bien "la amplia mayoría optó por hacer la vista gorda".

Asimismo, la comisión denuncia "contactos inapropiados" entre algunos miembros de la Garda (Policía) y la Archidiócesis, precisando que algunos agentes "informaron de las denuncias a la Archidiócesis en lugar de investigarlas". El comisario de la Garda, Fachtna Murphy, pidió poco después de conocerse informe disculpas por el hecho de que "personas que buscaron ayuda no recibieron en nivel de respuesta o protección que cualquier ciudadano en problemas debe esperar" de las fuerzas de seguridad.

REACCIÓN DEL GOBIERNO

Por su parte, el ministro de Justicia irlandés aseguró que continuarán los procedimientos judiciales contra los religiosos que cometieron los abusos. "Las personas que cometieron estos delitos terribles, no importa cuándo ocurrieran, serán procesadas", afirmó Ahern. "Deben saber que no hay ningún lugar donde esconderse, que la justicia, incluso aunque se haya visto rechazada, no será denegada", añadió.

Según Ahern, "no es ni ha sido nunca aceptable que instituciones se comporten o sean tratadas como si estuvieran por encima de la ley del Estado". "Esto es una república, el pueblo es soberano, y ninguna institución, ninguna agencia, ninguna iglesia, puede ser inmune de ese hecho", insistió.

"La era en la que las personas malas podían serlo bajo la cobertura de su ropa, amparados de las consecuencias por sus autoridades, mientras que las vidas de niños eran arruinadas con tal cruedad, ha terminado", zanjó.