LONDRES, 20 Oct. (Reuters/EP) -
El príncipe saudí acusado de golpear y estrangular a un criado en la habitación que compartían en un hotel de lujo en Londres ha sido condenado a cadena perpetua.
Saud Abdulaziz bin Nasser al Saud, de 34 años, deberá complir al menos 20 años de prisión por asesinar a Bandar Abdulaziz, de 32 años y también saudí, en el hotel Landmark el pasado febrero.
El príncipe, que ha informado de que es nieto del rey saudí, ha reconocido el cargo de homicidio no intencionado pero ha negado que se trate de un asesinato. Saud no ha mostrado ningún sentimiento durante la lectura del veredicto por parte del tribunal londinense de Old Bailey.
Los fiscales describieron durante el juicio los golpes que recibió el criado durante la última paliza por Saud. En anteriores ataques, el sirviente había sufrido "una serie de puñetazos o bofetadas en su cabeza y cara", lo que le dejaron el ojo izquierdo cerrado, los labios partidos y dientes rotos, informó Press Association.
También presentaba heridas en una de sus orejas y heridas internas y hemorragias en el cerebro, así como heridas graves en el cuello por la presión manual, según los fiscales. Estos relataron al tribunal que Saud intentó encubrir la verdadera naturaleza de su relación con su criado, argumentando que eran amigos, pero un botones del hotel dijo que Abdulaziz era tratado "como un esclavo".
Asimismo, los fiscales han apuntado que se cree que los dos hombres mantenían algún tipo de relación sexual y que los abusos físicos tenían "un elemento sexual". Aunque el príncipe ha asegurado ser heterosexual y que tiene una novia en su país, los fiscales han averiguado que cerró citas con al menos dos hombres que se dedicaban a la prostitución y con un masajista homosexual, y que había consultado cientos de imágenes de hombres en páginas web gay.
Durante la lectura del veredicto, el juez David Bean ha reconocido que "no es muy frecuente que un príncipe se siente en el banquillo acusado de asesinato". "Sería erróneo que yo le condenara ni más severamente ni con más indulgencia por su pertenencia a la familia real saudí. Nadie en este país está por encima de la ley", ha recalcado el magistrado.
