Crónica EEUU.- Obama consigue que la Cámara de Representantes apruebe la reforma sanitaria

Actualizado: lunes, 22 marzo 2010 21:11

El presidente podría firmar mañana mismo el nuevo texto, que deberá ser aprobado en el Senado por mayoría simple

NUEVA YORK, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, Barack Obama, logró ayer algo histórico al conseguir que la Cámara de Representantes aprobara su ansiada reforma sanitaria, que ampliará la cobertura médica en el país a 32 millones de personas que hasta ahora no contaban con ella. Pero ahora le queda la difícil tarea de 'vender' la polémica reforma, que tanta división ha generado entre la clase política, a los ciudadanos de a pie, además de superar los últimos escollos legales.

La Cámara Baja aprobó ayer, domingo, por 219 votos a favor y 212 en contra, las enmiendas introducidas por esta Cámara al proyecto de ley de reforma sanitaria que aprobó el Senado el pasado diciembre, lo que representa un paso decisivo para la consecución de uno de los proyectos estrella de Obama, que lleva defendiéndolo un año.

La propuesta sólo obtuvo el apoyo de congresistas demócratas, mientras que los 178 representantes republicanos votaron en contra, al igual que 34 demócratas, según los medios de comunicación estadounidenses.

En este momento la culminación de la reforma sólo tiene por delante dos trámites más. El primero es que Obama sancione el proyecto de ley, y el segundo es que el Senado apruebe por mayoría simple los cambios introducidos por la Cámara de Representantes al texto que aprobó en diciembre, algo que el líder demócrata en el Senado, Harry Reid, ya ha dado por hecho.

Esta reforma pretende ofrecer un seguro médico a 32 millones de estadounidenses que en este momento carecen de él y dotar a Estados Unidos de un sistema parecido, aunque con menos prestaciones, al de la cobertura médica universal típico de los países de Europa occidental. Sin embargo, en 2019 aún habrá 23 millones de personas sin seguro médico, un tercio de las cuales serán inmigrantes ilegales.

La reforma, cuya aplicación va a costar 938.000 millones de dólares a lo largo de diez años, según la Oficina de Presupuestos del Congreso, constituye la mayor ampliación de las garantías federales de atención médica desde que se crearon los programas Medicare --atención sanitaria para mayores de 65 años-- y Medicaid --para personas con pocos recursos-- hace cuatro décadas.

Añadirá 16 millones de personas a Medicaid y subvencionará los seguros privados contratados por personas de ingresos bajos y medios. Además, obligará a las empresas con más de 50 trabajadores a ofrecer seguro médico a sus empleados.

La Oficina de Presupuestos ha calculado que los costes que genera la reforma se pueden compensar con el ahorro que se hará en Medicare y con nuevos impuestos. El hecho de que, según esta Oficina, la reforma reducirá el déficit en los presupuestos federales en 143.000 millones de dólares en los próximos diez años ha convencido a algunos demócratas que finalmente han decidido apoyarla en la Cámara de Representantes.

La aprobación del texto estuvo precedida por discursos de representantes del Partido Demócrata y del Partido Republicano que reflejaron sus opiniones antagónicas sobre el proyecto. Mientras que la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró que "esta ley restaura el sueño americano", el líder republicano en la Cámara, John A. Boehner, manifestó que los congresistas estaban actuando "contra la voluntad" de sus electores. "Nos debería dar vergüenza", añadió.

El Partido Republicano opina que la reforma sanitaria de Obama elevará la deuda pública hasta un nivel que el país no se puede permitir, impondrá a los estados unas obligaciones que les resultarán costosas, debilitará Medicare y dará al Gobierno un papel muy destacado en el sistema sanitario.

CAMBIOS A DEBATIR EN EL SENADO

Posteriormente, la Cámara Baja aprobó por 220 votos a favor y 211 en contra una serie de modificaciones legislativas al proyecto de ley recién aprobado --pactadas por la Casa Blanca y demócratas de ambas Cámaras--, que la próxima semana será enviado al Senado para su aprobación definitiva.

Estos cambios, promovidos tanto por los representantes demócratas de la Cámara como por el propio Obama, serán discutidos la próxima semana en el Senado y su aprobación se regirá según el conocido como método de 'reconciliación'. En la práctica esto significa que sólo requerirá del voto afirmativo de 51 senadores, algo que el líder de la mayoría Demócrata en la Cámara Alta, Harry Reid, ya ha dado por hecho.

Este paquete de modificaciones legales incluye elementos como la eliminación de la polémica posibilidad de eximir al estado de Nebraska del pago del incremento de gastos por la cobertura médica o la revisión de los tipos de interés para los préstamos bancarios a estudiantes.

"VICTORIA DEL SENTIDO COMÚN"

Tras este triunfo, el presidente estadounidense dio las gracias a los congresistas demócratas que le han apoyado. En un discurso pronunciado en la Casa Blanca pasada la medianoche del domingo (hora local), dijo que su voto a favor de la reforma sanitaria les puede haber resultado difícil pero "ha sido el voto correcto".

"Ésta no es una reforma radical, aunque es una reforma de gran envergadura. Esta nueva ley no será capaz de depurar todos los defectos de nuestro sistema sanitario, pero gracias a ella nos movemos en la buena dirección (...). Así es el verdadero rostro del cambio", afirmó Obama, que se refirió a la aprobación del proyecto de ley como "una victoria del pueblo estadounidense y del sentido común".

"Hemos repelido la excesiva influencia de los intereses especiales", declaró. "No hemos sucumbido ante la desconfianza, el cinismo o el miedo. Al contrario, hemos demostrado que aún somos un pueblo capaz de hacer grandes cosas", agregó Obama, quien, dirigiéndose a sus compatriotas, dijo: "Empezaréis a percibir los beneficios de aquello por lo que habéis pagado".

Obama firmará mañana mismo el proyecto de ley de reforma sanitaria para convertirlo en ley, según informa la cadena CNN, que cita a dos responsables demócratas no identificados que explicaron que esto deberá ocurrir antes de que el Senado dé su visto bueno al paquete de enmiendas aprobado ayer por la Cámara de Representantes.

Una vez Obama haya firmado el texto, el Senado deberá comenzar a debatir el complicado paquete de reconciliación --las medidas y acuerdos pactados por las dos Cámaras que permitieron que el proyecto de ley saliera adelante en la Cámara de Representantes--, por lo que el presidente, según informa 'Politico', ya se ha volcado en trabajar para que también este paquete salga adelante.

Según una fuente de la Casa Blanca citada por esta publicación, Obama ha mantenido ya 92 encuentros o conversaciones telefónicas en relación con la reforma sanitaria. "Entiende que éste siempre ha sido un proceso de dos pasos, y éste es el paso número uno, y ahora vamos al paso dos en el Senado", ilustró una de las fuentes.

POSIBLES OBSTÁCULOS

Los senadores republicanos han advertido de que recurrirán a todas las tácticas legislativas posibles para retrasar o incluso paralizar la aprobación del paquete de reconciliación. Según las normas del Senado, sus miembros pueden presentar un número ilimitado de enmiendas a ese texto, y si una de sus provisiones es rechazada, el proyecto de ley deberá ser enviado de vuelta a la Cámara de Representantes para someterlo a una nueva votación.

Los líderes demócratas de la Cámara confían en tener suficientes apoyos en el Senado para frustrar los planes de los republicanos. Lo único que necesitan es una mayoría simple de 51 votos. En caso de que fuera necesario, el vicepresidente, Joe Biden, que es a su vez presidente del Senado, también podría votar.

Pelosi predijo antes de la votación de anoche que el nuevo texto tendrá el respaldo del Senado, pero el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó el viernes pasado que la votación estará "bastante ajustada".