BERLÍN, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EDK, por sus siglas en inglés), la obispo Margot Kässmann, anunció su dimisión este miércoles, después de que la noche del sábado la Policía descubriese en Hanover que estaba conduciendo con una tasa de alcohol en sangre tres veces mayor de la permitida.
Kassman, la primera mujer que encabeza a los 25 millones de protestantes que hay en Alemania, explicó en una rueda de prensa que no puede "permanecer en el cargo con la autoridad que se necesita", según informa el semanario 'Spiegel'.
Además, se disculpó por haber decepcionado a quienes le habían pedido que no dimitiese y dio las gracias a las personas con las que trabaja porque, aseguró, han estado junto a ella y sus cuatro hijas. Kassman dijo saber por experiencia que "no se puede caer más allá de la mano de Dios".
Previamente, los catorce miembros del Consejo de la EDK habían indicado en un comunicado que, tras mantener el martes una llamada telefónica colectiva, concluyeron que confiaban en la capacidad de la obispo para tomar la decisión correcta. "El Consejo pone toda su confianza en su presidenta para que decida cómo avanzar juntos", afirmaron.
Desde que fuera designada para dirigir la Iglesia Evangélica alemana, Kassman protagonizó titulares a causa de sus polémicas declaraciones sobre asuntos como la participación de Alemania en la guerra de Afganistán --pidió la retirada de las tropas-- o temas sobre bienestar social.
