Actualizado: martes, 21 junio 2016 19:14

GINEBRA, 21 Jun. (Reuters/EP) -

Un consejero presidencial del Gobierno de Eritrea ha acusado este martes a Etiopía de estar planeando lanzar una gran ofensiva militar que daría comienzo a una guerra total, durante una comparecencia frente al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en la que ha defendido a su país frente a las acusaciones de perpetrar crímenes contra la Humanidad.

"En este preciso momento, Etiopía está ultimando los preparativos para llevar a cabo una gran ofensiva militar y planea declararnos la guerra", ha dicho Yemane Ghebreab, un consejero presidencial de Eritrea en una intervención frente al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Sus declaraciones están directamente relacionadas con los enfrentamientos que se produjeron entre ambos ejércitos cerca de la frontera el pasado 12 de junio, que se saldaron con numerosas bajas en los dos bandos. Ambos países se han acusado mutuamente de haber dado comienzo a los ataques.


"Etiopía sabe que aquellos que están deseosos de culpar a Eritrea mirarán a otro lado mientras Etiopía es la que realmente comete crímenes contra la Humanidad y provoca una nueva guerra", ha declarado Ghebreab. Cuando se le ha preguntado acerca de los motivos que han llevado al Gobierno de Eritrea a pensar que Etiopía quiere comenzar un nuevo conflicto armado a gran escala, ha respondido que "llevan amenazando con ello mucho tiempo, pero ahora hemos visto como están mandando refuerzos militares cerca de la frontera".

Ghebreab ha señalado que Eritrea cuenta con los recursos necesarios para defenderse sin problemas del ataque de las tropas etíopes. La semana pasada, las autoridades eritreas afirmaban que habían matado a más de 200 militares etíopes durante los enfrentamientos del 12 de junio, mientras que sólo habían perdido la vida unos 18 eritreos.

Etiopía no ha confirmado ni desmentido el número de víctimas, pero ha declarado en un comunicado que "ambas partes sufrieron importantes bajas", pero que "hubo más del lado eritreo". Durante una rueda de prensa el pasado 17 de junio, para abordar el choque entre ambos ejércitos en la frontera, sus autoridades alegaron que a pesar de que son "perfectamente capaces de financiar una guerra contra Eritrea", han elegido no atacar al país vecino y evitar así un conflicto a mayor escala.

La semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores de Eritrea, Osman Saleh, acusó a Estados Unidos de estar "interpretando un papel" y que existe una "instigación de Washington" que participó en el supuesto ataque inicial de las fuerzas etíopes.

ERITREA, ACUSADA DE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Un informe de Naciones Unidas ha acusado a los líderes de Eritrea de cometer crímenes contra la Humanidad durante los últimos 25 años, como violaciones, asesinatos y tortura, y ha solicitado que el caso sea remitido al Tribunal Penal Internacional.

También ha culpado a las autoridades eritreas de esclavizar a más de 300.000 ciudadanos eritreos y de llevar a cabo una política de "disparar a matar" en la frontera para evitar la fuga de personas al extranjero. Eritrea, por su parte, ha negado todas las acusaciones y ha acusado a Etiopía de haber manipulado el informe.

Los dos países del Cuerno de África se enfrentaron en una guerra en 1998-2000 en la que murieron 70.000 personas. Eritrea y Etiopía se acusan mutuamente de forma rutinaria de apoyar a rebeldes que buscan desestabilizar y derrocar al gobierno del otro, un legado de los dos años de guerra.

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