ROMA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de estudiantes que protestan contra la reforma universitaria ha intentado entrar en el palacio del Senado y se ha quedado en el vestíbulo, donde han comenzado a lanzar huevos contra las paredes.
Los más cercanos a la puerta de cristal han sido alejados por las fuerzas del orden, que han cerrado la principal entrada al Palacio Madama, en el centro de Roma, sede de la Cámara Alta italiana, pero no han podido cerrar la puerta de madera que da al vestíbulo de entrada.
Ha sido en este lugar donde han podido entrar algunos estudiantes y donde se ha producido el choque con las fuerzas de seguridad en el que una persona ha resultado herida antes de que los manifestantes fueran expulsados al exterior, informan los medios locales.
Desde aquí, un grupo de estudiantes, provistos de escudos de gomaespuma con forma de libros, ha tratado de llegar al Palacio Grazioli, residencia del primer ministro, Silvio Berlusconi, pero han sido frenados por los carabinieri.
Los estudiantes protestan contra el decreto ley promovido por la ministra de Educación, Mariastrella Gelmini, que prevé el recorte de los fondos para las universidades públicas y la investigación, mientras por el contrario, se favorece a las universidades privadas.
La Unión de los Universitarios (UDU) ha declarado en un comunicado que los estudiantes exigen a las fuerzas políticas de la Cámara de los Diputados que detengan la "masacre" del sistema universitario público italiano.
Según la UDU, si el decreto de Gelmini supera el examen del Parlamento, bloquearán el país desde las universidades. Las iniciativas de protesta han comenzado con la ocupación del Senado, el techo de la facultad de arquitectura de la Universidad de La Sapienza y la ocupación de escuelas y universidades, tras la presentación en el Senado de la reforma.
Según el sindicato estudiantil, hay más de 50 escuelas y universidades movilizados en Pavia, Turín y Palermo y no se detendrán hasta que el Gobierno no escuche las peticiones de todo el mundo académico.
Los estudiantes, a través de la red promovida por la Unión de los Estudiantes, han denunciado que el Gobierno intenta obtener la aprobación, sin una mayoría fuerte, de una reforma que destruye la universidad pública con sistemas de crédito para los estudiantes y la precariarización de la investigación.
