VIH, sida, virus
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Actualizado: martes, 11 octubre 2016 20:50

YAKARTA, 11 Oct. (Reuters/EP) -

El creciente sentimiento homófobo que se está expandiendo en Indonesia puede llegar a obstaculizar la lucha contra el virus del VIH en uno de los grupos sociales con más riesgo de contagio, una tendencia que amenaza con impedir el objetivo de la Administración indonesia de acabar con el sida para el año 2030.

A pesar de que el número de enfermos lleva años descendiendo a nivel global, Indonesia continúa siendo uno de los pocos países en los que el número de pacientes por VIH crece cada año, debido al aumento de casos de contagio que se han producido entre hombres homosexuales y hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (MSM, por sus siglas en inglés) durante la última década.

El porcentaje de casos que representa este colectivo ha pasado de ser de un 5,4 por ciento en 2007 a un 25,8 por ciento en 2016, según la Comisión Nacional de Indonesia para el Sida. "En cuestión de cifras, el colectivo MSM es el que más rápido está creciendo", ha explicado el secretario general de la comisión, Kemal Siregar.

El sureste asiático es la segunda región donde viven más enfermos de VIH en el mundo. India, Indonesia y China suman juntos más de la mitad de los nuevos casos de infección por este virus que se han producido en los últimos cinco años, de acuerdo con datos de Naciones Unidas.

Sudáfrica, por otro lado, es el país con mayor número de enfermos de sida en todo el mundo. Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), en la actualidad hay unas 690.000 personas que padecen VIH en Indonesia.

Siregar ha explicado que debido a la creciente oleada de homofobia que se ha expandido por la sociedad indonesia, ahora hay una gran "incertidumbre" sobre si el país será capaz de alcanzar su objetivo de acabar con el sida para el año 2030. Kiregar ha añadido que cada vez tienen más dificultades para acceder al colectivo MSM, conocido como la "población escondida", debido al estigma social que provocan sus prácticas sexuales.

El aumento de casos de VIH en el país se ha producido de forma paralela con una campaña de represión contra la comunidad LGTB que han protagonizado diversos líderes políticos y religiosos, que han despertado un sentimiento homófobo entre los sectores más conservadores de la población.

Por otra parte, la comisión que dirige Kiregar está sufriendo una notable falta de recursos, debido a la retirada de importantes donantes internacionales. A causa del crecimiento económico que ha experimentado el país durante los últimos años, muchos miembros de la comunidad internacional han retirado sus fondos de Indonesia, ya que consideraron que no eran necesarios durante más tiempo.

No obstante, la mayor parte de la financiación para luchar contra el VIH procedía de la comunidad internacional. "Si no tenemos financiación, es muy difícil acceder a este grupo, porque los fondos del Gobierno son para los tratamientos y las medicinas, no para la prevención de la enfermedad", ha señalado Kiregar.

La comunidad LGTB (Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) siempre ha sido tolerada por el grueso de la población indonesia, especialmente en las áreas urbanas. No obstante, el pasado mes de enero el Gobierno anunció una ley que impedía la entrada de este colectivo en los campus universitarios, lo que despertó un importante sentimiento de odio.

Los ataques contra los miembros de este colectivo no han hecho más que aumentar en los últimos meses, con ministros y líderes religiosos denunciando la homosexualidad. El Gobierno declaró en agosto que "no hay cabida" para la comunidad LGTB en Indonesia.

Desde que se registró el primer caso de VIH en Indonesia en el año 1987, 13.500 personas han perdido la vida a causa de esta enfermedad en el país, según datos del Ministerio indonesio de Sanidad.

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