MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas gubernamentales sirias han retomado este jueves el control de la localidad de Abel con la ayuda de combatientes del partido-milicia chií libanés Hezbolá y del grupo armado pro gubernamental Comités Populares, según ha informado el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos.
La localidad es de importancia estratégica, ya que se encuentra ubicada en el eje principal entre Homs y Qausair, uno de los bastiones rebeldes en la frontera con Líbano. Asimismo, está a apenas cuatro kilómetros de la carretera que une Homs, Damasco y la provincia de Alepo.
La organización, con sede en Londres y una amplia red de informantes en el país árabe, ha apuntado que, por otra parte, combatientes rebeldes han tomado el control del aeropuerto militar de Daba, que fue abandonado por los soldados en su retirada a una instalación militar cercana. Los rebeldes han conseguido armamento y munición.
El aeropuerto militar de Daba ha estado bajo el control de la Fuerza de Defensa Aérea desde 2009 después de que dejara de ser usado para fines militares cuando los vuelos fueron desviados al aeropuerto militar de Al Sheriat. Sin embargo, tras el inicio de la revuelta, fue convertido en base militar.
En los últimos días, las tropas regulares sirias han centrado sus esfuerzos en Qusair y las localidades circundantes en un intento por cortar la ruta de suministros que llega a los rebeldes a través de la frontera libanesa.
El observatorio ha indicado en varias ocasiones en las últimas fechas que los soldados sirios están recibiendo ayuda de Hezbolá, una denuncia que ha sido formulada en reiteradas ocasiones por el Ejército Libre Sirio (ELS), que aglutina a gran parte de los grupos opositores armados que combaten contra las fuerzas de seguridad.
La semana pasada, el ELS acusó a Hezbolá de desplegar miles de combatientes en Damasco y en la frontera entre ambos países. El portavoz del Estado Mayor Conjunto del ELS, Abdul Hamid Zakaria, apuntó que más de 2.000 integrantes de la formación combaten junto a las fuerzas de seguridad en Damasco y que alrededor de 3.500 se encuentran en la frontera.
Hezbolá ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente sirio, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
Sin embargo, múltiples informes publicados en los últimos meses apuntan al envío por parte de la formación de hombres armados para respaldar a las fuerzas de seguridad sirias.
SULEIMAN PIDE NEUTRALIDAD
Por su parte, el presidente de Líbano, Michel Suleiman, ha pedido a todas las facciones políticas del país que mantengan su compromiso con la Declaración de Baaba, en la que se acordó que el país mantendía una política de disociación en los conflictos regionales, al tiempo que ha solicitado a Naciones Unidas y a la Liga Árabe que protejan Líbano de las repercusiones de la crisis.
"Debemos neutralizar Líbano de los conflictos regionales, por lo que pido a los líderes nacionales que muestren solidaridad con lo que se acordó con la Declaración de Baabda", ha indicado, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
El martes, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), principal organización política de la oposición siria, solicitó al Gobierno de Líbano que controle sus fronteras y que ponga fin a las operaciones de Hezbolá en territorio sirio.
En este sentido, urgió a Beirut a tomar medidas contra la formación islamista y a que "haga todo lo que está en sus manos para asegurar la seguridad de los civiles inocentes que residen en la zona fronteriza".
Asimismo, reconoció ataques por parte de los rebeldes contra territorio libanés, si bien subrayó que el ELS "se ha visto forzado a responder a las continuas agresiones" por parte de Hezbolá.
Pese a ello, la coalición opositora recalcó que, "debido a lo sensible de la situación", ha solicitado a los batallones del ELS en Homs que "muestren contención" y que "respeten las fronteras soberanas de Líbano".
