El ejercito libio camino de Benghazi
AHMED JADALLAH / REUTERS
Actualizado: jueves, 17 marzo 2011 0:44


TRÍPOLI/BEIRUT, 16 Mar. (Reuters/EP) -

El dirigente libio, Muamar Gadafi, no prevé que se produzcan combates entre fuerzas del régimen y rebeldes en Benghazi, pese al ultimátum dado por el Ejército para que los civiles abandonen zonas clave de la segunda mayor ciudad del país de cara a potenciales bombardeos.

El Ejército libio ha dado de plazo hasta la medianoche (23.00 hora peninsular en España) para que los habitantes de Benghazi abandonen enclaves rebeldes y zonas de almacenamiento de armas.

"Os pedimos que para medianoche hayáis salido de las zonas donde se encuentren hombres armados y almacenes de armas", ha transmitido la televisión estatal a través de un mensaje impreso en la pantalla. El objetivo, añade el mensaje dirigido a los civiles, es "ayudaros y limpiar vuestra ciudad de bandas armadas".

Sin embargo, según ha declarado Gadafi a la televisión libanesa LBC, la propia población ya ha ayudado a limpiar la ciudad de elementos "terroristas" y de "Al Qaeda".

Al ser preguntado por la posibilidad de que ocurra una batalla final en Benghazi entre ambos bandos, Gadafi ha respondido: "No, no lo creo".

"Todos los lugares donde (los rebeldes) se han fortificado, están siendo ahora esterilizados con la ayuda de la población, que nos dicen donde se localizan", ha añadido el líder libio.

DIEZ HORAS PARA ACTUAR

El vicembajador libio ante Naciones Unidas, Ibrahim Dabbashi, ha advertido este miércoles en declaraciones a la prensa desde Nueva York que las próximas horas serán clave para el futuro del país magrebí. En este sentido, ha subrayado que "la comunidad internacional tiene que actuar en las próximas diez horas" para frenar el avance de las tropas gubernamentales.

Dabbashi, el primer diplomático en desmarcarse del régimen al inicio de las revueltas, ha anticipado un posible "genocidio" en la localidad de Ajdabiya "si la comunidad internacional no da pasos rápido e impide un ataque a gran escala".

Las fuerzas del régimen se hicieron el martes con el control de Ajdabiya, 150 kilómetros al sur de Benghazi, después de una ofensiva militar que provocó el repliegue rebelde.

Dabbashi ha explicado que los sublevados tienen "suficientes aviones para ayudar a los efectivos de tierra" y ha puesto en duda el "equilibrio de fuerzas" de las fuerzas de Gadafi.

Las declaraciones del diplomático llegan mientras los países del Consejo de Seguridad de la ONU debaten la posible imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Según Dabbashi, unos cinco países árabes se han comprometido a participar en esta iniciativa si finalmente el Consejo la ratifica.

Reino Unido, Francia y Líbano han promovido un borrador de resolución que autoriza la zona de exclusión como una forma de detener el avance del régimen de Gadafi. Sin embargo, otros países como Rusia, China, Alemania o India se han mostrado críticos o indecisos sobre esta medida.

Fuentes diplomáticas han señalado que la intención de Rusia pasa por que se apruebe, en primer lugar, una petición inmediata de alto el fuego. Si las partes involucradas en el conflicto libio ignoran este llamamiento, el Consejo debería estudiar nuevas medidas.

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