Los hongkoneses, preparados para votar por primera vez en décadas

Revolución de los Paraguas en Hong Kong
Foto: REUTERS
 
Actualizado: domingo, 26 abril 2015 13:34

PEKÍN, 26 Abr. (EDIZIONES) -

   El Gobierno de Hong Kong ha presentado esta semana el paquete de reformas constitucionales que prometió el año pasado y que incluye, como medida estrella, permitir que, por primera vez en décadas, el gobernador de la ex colonia británica sea elegido por sufragio universal.

   De ser aprobada, sería la primera reforma del sistema electoral de Hong Kong desde que Reino Unido devolvió el territorio a China, el 1 de julio de 1997, después de gobernar sus designios durante 155 años. Un largo periodo en el que los hongkoneses nunca han podido votar.

   Con el cambio, el proceso de elección del próximo gobernador, previsto para 2017, quedaría dividido en tres fases que incluyen, como hasta ahora, la participación de un comité político integrado por 1.200 personas designadas por Pekín.

   La novedad respecto a este llamado "comité de nominación" consiste en que, aunque seguirá sirviendo de filtro para expulsar a los precandidatos que no sean del gusto del régimen comunista, su decisión final no será una imposición, sino una recomendación.

   Cada uno de los miembros del "comité de nominación" dará su apoyo a uno de los aspirantes y, para pasar a la siguente fase, los precandidatos tendrán que conseguir el voto de entre 120 y 240 comisarios, lo que deja una horquilla de entre cinco y diez postulantes.

   En la siguiente fase, cada uno de los comisarios votará en secreto por un mínimo de dos aspirantes y solo aquellos que sumen la mitad de los votos emitidos podrán someterse al examen de los hongkoneses a través de las urnas.

   Unos cinco millones de hongkoneses estarían habilitados para votar en las hipotéticas elecciones a gobernador que se celebrarían en 2017 y lo harían bajo el principio del sufragio univeral, es decir, "una persona igual a un voto".

EL 'SÍ' DEL PARLAMENTO

NUEVA REVOLUCIÓN

   Para que las primeras elecciones hongkonesas se hagan realidad este paquete de reformas constitucionales deberá recibir el visto bueno de al menos 47 de los 70 miembros del Consejo Legislativo de la ex colonia británica.

   La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha pedido a los legisladores regionales que aprueben cuanto antes este paquete, confiando en que el trámite parlamentario pueda haber concluido para este verano.

   "Esta es una llamada que os hace la historia, que está poniendo esta responsabilidad sobre vuestras espaldas", ha dicho Lam, subrayando que, de no conseguir el 'sí' del Consejo Legislativo, "no se sabrá cuándo los hongkoneses podrán votar a su gobernador".

   Se espera que la reforma constitucional salga adelante, aunque por un margen ajustado, dado que un total de 41 legisladores regionales han avanzado en un comunicado que votarán a favor. "Creemos que, de ser aprobado, este paquete permitirá a Hong Kong afrontar problemas históricos", han dicho.

   Sin embargo, los analistas políticos alertan de que los seis votos que quedarían para que el paquete tuviera luz verde serán difíciles de sumar. Cheung Chi Kong, del Instituto de Estudios Un país Dos Sistemas, ha achacado este obstáculo a la reticencia de los diputados hongkoneses a poner su cargo a disposición del pueblo.

   Y es que la reforma constitucional no solamente contempla la implantación del sufragio universal, sino también una sucesiva apertura democrática que incluye, a largo plazo, la elección popular de los miembros del Consejo Legislativo.

EL FILTRO DE PEKÍN

EL FILTRO DE PEKÍN

   Aunque es un sistema electoral mejorado, porque contempla por primera vez la elección popular del gobernador, esta medida desencadenó las mayores protestas que han tenido lugar en Hong Kong desde su reincorporación al gigante asiático.

   El paquete de reformas constitucionales vio la luz el pasado 31 de agosto y de inmediato desató la ira de los hongkoneses que esperaban que el Gobierno de Xi Jinping eliminara, de una vez por todas, el filtro de Pekín sobre las autoridades del archipiélago.

   Cientos de personas, sobre todo estudiantes y profesores, se echaron a las calles para reclamar una mayor apertura democrática en Hong Kong, tal y como Pekín prometió a Londres en los acuerdos que llevaron a la devolución del territorio.

   Pronto las protestas se convirtieron en masivas y cobraron forma en los campamentos urbanos que los manifestantes levantaron en el corazón del barrio financiero de Hong Kong, amenazando así con parar el motor económico de la ex colonia británica.

   Las protestas pro democráticas llamaron la atención del mundo, en lo que muchos quisieron ver una especie de 'Primavera China' que podía acabar con la hegemonía del Partido Comunista, por lo que fueron brutalmente reprimidas por la Policía.

   El excesivo uso de gases lacrimógenos llevó a los manifestantes a llevar consigo casi las 24 horas del día unos paraguas que se convirtieron en el símbolo de estas protestas y que sirvieron para bautizar esta 'revolución'.

   Los campamentos fueron desalojados y desbaratados e incluso los principales promotores llamaron a sus seguidores a abandonar la protesta, convencidos ya de que la mano dura de Pekín provocaría un derramamiento de sangre.

¿NUEVA REVOLUCIÓN?

EL SÍ DEL PARLAMENTO

   Así las cosas, muchos temen que la votación en el Consejo Legislativo --y sobre todo el resultado de la misma-- de este paquete de reformas constitucionales coincidiendo con el primer aniversario de la 'Revolución de los Paraguas' resucite las protestas.

   Los sondeos de opinión difundidos por la prensa oficial indican que el apoyo popular a esta tímida reforma del sistema electoral es alto. Entre el 60 y el 70 por ciento de los hongkoneses ven el sufragio universal como algo necesario.

   "Por supuesto, apoyamos el sufragio universal. Con el derecho a votar podremos elegir a nuestros gobernantes", ha valorado un funcionario hongkonés identificado con el nombre de Chan, de unos 68 años de edad, en declaraciones a la agencia de noticias estatal Xinhua.

   Pero se desconoce cuántos de los ciudadanos del archipiélago están realmente a favor de este cambio y, sobre todo, cuántos se conformarán con este pequeño paso hacia una apertura democrática que Hong Kong ansía desde hace décadas.

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