HRW acusa a las fuerzas sirias y rusas de "uso extensivo" de bombas de racimo

Un miembro de protección civil retira submunición de bomba de racimo en Idlib
KHALIL ASHAWI / REUTERS
Actualizado: jueves, 28 julio 2016 12:28

MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

El régimen sirio y Rusia, que le apoya en su operación militar, están haciendo un "uso extensivo" de bombas de racimo prohibidas a nivel internacional en sus recientes ofensivas, ha denunciado este jueves Human Rights Watch, que ha documentado 47 ataques de este tipo en los que han muerto o resultado herida decenas de civiles desde finales de mayo.

"Desde que Rusia y Siria ha renovado sus operaciones aéreas conjuntas, hemos visto un uso incesante de bombas de racimo", ha denunciado el subdirector de emergencias de Human Rights Watch, Ole Solvag. "El Gobierno ruso debería garantizar inmediatamente que ninguna de sus fuerzas ni las de Siria usa este arma inherentemente indiscriminada", ha añadido.

La ONG ha documentado desde el pasado 27 de mayo 47 ataques de este tipo en zonas bajo control de la oposición en tres provincias, si bien buena parte de ellas se produjeron al norte y el oeste de la ciudad de Alepo, asediada por las fuerzas sirias y rusas. No obstante, HRW teme que "el número real de ataques con bombas de racimo sea mucho mayor".

Aunque Rusia ha negado el uso de este tipo de munición en Siria, HRW asegura que hay "crecientes pruebas de que ha almacenado bombas de racimo y las ha usado o ha participado directamente en ataques con este arma".

Así, cita un bombardeo del 11 de julio en el que participaron tres aviones que atacaron camiones con combustible en Termanin, una localidad de Idlib matando a diez personas, todas civiles, y en el que se usó bombas de racimo. Testigos han relatado a la ONG que el bombardeo alcanzó una zona en la que se compra y vende combustible.

Según los testimonios y los vídeos a los que ha tenido acceso HRW, en el ataque participó un Su-34, un avión que solo opera Rusia, si bien la organización no ha podido establecer si ese día era operado por fuerzas rusas o sirias, ni si fue éste el que lanzó las bombas de racimo.

HRW ha subrayado que el uso extensivo de bombas de racimo en Siria supone "una amenaza para los civiles, no solo por ser un arma inherentemente indiscriminada sino porque sus submuniciones a menudo no estallan y amenazan a civiles y personal militar por igual hasta que son localizadas y destruidas".

La organización ha documentado el uso de trece tipos de municiones de racimo en Siria. Desde mediados de 2012, las fuerzas gubernamentales han usado tanto las lanzadas desde el aire como las lanzadas desde tierra, si bien el uso se ha intensificado a raíz del inicio de la operación rusa en apoyo de Damasco el 30 de septiembre de 2015.