MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, ha afirmado este martes que se han registrado "progresos limitados" durante sus encuentros en la localidad suiza de Ginebra con delegados del Gobierno y algunos grupos rebeldes, en un nuevo intento por relanzar el proceso de paz.
"Esto no es Ginebra III", ha dicho, resaltando que "se trata de discusiones cerradas, separadas, estructuradas y de perfil bajo entre las partes para hablar de la crisis en Siria, lo que queda por delante y el destino de una Siria en paz".
La Conferencia de Ginebra I, celebrada en junio de 2012, se saldó con un acuerdo marco que nunca ha llegado a ser aplicado, y la Conferencia de Ginebra II, que tuvo lugar en enero de 2014, se cerró sin acuerdo alguno entre las partes.
"Este es el trabajo de campo necesario antes de llegar a la mesa de negociaciones", ha agregado De Mistura, que ha descartado que las partes vayan a emitir un comunicado final tras sus encuentros.
Así, ha cifrado en 40 el número de grupos participantes en las reuniones, además del propio Gobierno y otros 20 actores regionales e internacionales, incluidos los países vecinos y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
De Mistura ha subrayado que las conversaciones "suponen un esfuerzo serio e intenso, pese a que las posibilidades de éxito son bajas". "Es la única manera de comprobar la voluntad de las partes para estrechar las diferencias", ha explicado.
"En lo referente a Siria, nunca es el momento perfecto para unas conversaciones, lo que no es excusa para esperar mientras las víctimas son reducidas a estadísticas", ha puntualizado.
En este sentido, ha asegurado que Naciones Unidas "permanece alerta ante cualquier oportunidad para reducir la violencia en el país", recordando las últimas conversaciones en Moscú, el encuentro el El Cairo y su propuesta para 'congelar' los enfrentamientos en la localidad de Alepo.
"No han funcionado debido a que las condiciones no eran las adecuadas, pero todo esto sigue sobre la mesa para el momento en el que las partes y la región se consideren dispuestas (a cumplirlo), en Alepo o en cualquier otro lugar", ha argüido.
"No podemos permitirnos el lujo de no intentarlo. Las pistolas callarán un día, lo que es inevitable, como hemos visto en incontables conflictos. Cuando antes ocurra, más vidas serán salvadas", ha remachado De Mistura.
Desde el inicio del conflicto han muerto más de 220.000 personas, según los datos que maneja la ONU, si bien la cifra podría ser sustancialmente mayor. Asimismo, más de cuatro millones de personas se han registrado como refugiados.
