MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El relator especial de Naciones Unidas para los defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst, ha reclamado al Gobierno de Juan Orlando Hernández que adopte "medidas enérgicas y urgentes" para proteger a los activistas de la nación centroamericana.
"La impunidad, la falta de participación activa y la colusión entre poderosos intereses son ingredientes mortíferos que han convertido a Honduras en un lugar peligroso para los defensores de los Derechos Humanos", ha dicho Forst tras realizar una visita de diez días al país.
Forst ha considerado que "se ha logrado muy poco" desde la última visita de la ONU a Honduras, hace seis años. "Peor aún, los defensores se enfrentan a riesgos sin precedentes que ponen en tela de juicio la corrupción y la colusión entre quienes actúan para obtener beneficios políticos y las empresas que buscan ganancias", ha denunciado.
En concreto, ha expresado su "enorme preocupación" por los activistas dedicados a los derechos sexuales y reproductivos, la orientación sexual y la identidad de género, el medio ambiente, los pueblos indígenas, la educación y el periodismo.
En el caso de los defensores de los derechos de los indígenas y de la tierra, Forst ha lamentado profundamente "la falta de consultas significativas con las comunidades locales las que pudieran ayudar a prevenir los conflictos sociales". "Sienten que las autoridades del Estado preferían las empresas a los intereses del pueblo", ha indicado.
Como único aspecto positivo, ha mencionado "la creación de un mecanismo de protección dedicado a los defensores de los Derechos Humanos y a los profesionales de los medios de comunicación y del derecho, un excelente punto de partida", si bien "es urgente fortalecerlo e integrarlo en un enfoque más amplio que proteja a todos los defensores".
"Insto encarecidamente al Gobierno de Honduras a que adopte medidas para corregir los errores y hacer frente a los desafíos que se plantean", ha dicho, subrayando que "la falta de acceso a la justicia o a otros recursos envía el mensaje de que los autores de abusos no serán llevados ante la justicia, lo que alimenta más ataques".
Forst ha propuesto "la elaboración de protocolos de investigación específicos para los delitos contra los defensores de los Derechos Humanos, iniciativas para reconocer públicamente el papel positivo que desempeñan y una mejor coordinación entre todas las instituciones del Estado".
