La prensa china asegura que el 'cerebro' de la ola de violencia en Xinjiang buscaba implantar un estado islámico

Actualizado: miércoles, 15 octubre 2014 15:17

PEKÍN, 15 Oct. (Reuters/EP) -

   El autor intelectual de la ola de violencia que se ha vivido en la región china de Xinjiang, en la que han perdido la vida cerca de 100 personas, quería establecer en la región un estado islámico, según ha informado este miércoles la prensa oficial.

   Un tribunal de Xinjiang condenó el pasado lunes a muerte a 12 personas por su relación con el ataque del condado de Yarkant del 28 de julio, en el que el Gobierno aseguró que 59 "terroristas" fueron abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad, mientras que 37 civiles fueron asesinados.

   El incidente fue uno de los episodios más sangrientos dentro de los disturbios que se han vivido en la región en los últimos dos años, la mayoría de ellos enfrentamientos entre la minoría étnica uigur (musulmana) y la etnia china chan, que son mayoritarios en todo el país.

DIFERENCIAS ÉTNICAS

   China asegura que los enfrentamientos no responden a una profunda división étnica sino que están motivados por los separatistas islamistas.

   En esta línea, la cadena de televisión oficial CCTV mostró a varios acusados uigures vestidos con los uniformes naranjas de la prisión confesando los crímenes. Además, ha asegurado que los acusados han sufrido un lavado de cerebro por la "guerra santa" a manos de un hombre llamado Nulamaiti Sawuti, que, según el Gobierno, ha incitado a la violencia y fue asesinado. El sistema legal de China se encuentra bajo estricto control gubernamental y no está claro si pueden ser confesiones coaccionadas.

   China ha sostenido durante mucho tiempo que los separatistas islamistas en Xinjiang quieren establecer un estado independiente llamado Turkestán Oriental.

   Grupos uigures en el exilio y activistas por los Derechos Humanos han denunciado una marginación económica y políticas represivas del Gobierno que impiden las prácticas religiosas y culturales uigures.

   En septiembre, la prensa estatal informó de que la Policía había matado a tiros a 40 manifestantes, algunos de los cuales buscaban inmolarse, después de las explosiones en el condado de Luntai de Xinjiang.

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