Actualizado: viernes, 9 octubre 2015 10:53

SIDNEY, 9 Oct. (Reuters/EP) -

El primer ministro australiano, Malcom Turnbull, ha llamado a la calma este viernes tras los enfrentamientos que hubo entre policías y manifestantes durante un mitin en los alrededores de una mezquita, a causa de la muerte de un policía a manos de un adolescente hace una semana.

Farhad Khalil Mohammad Jabar, de 15 años, fue abatido por la Policía tras disparar al agente Curtis Cheng cuando salía de las oficinas centrales de la Policía del barrio de Parramatta, en Sidney, el pasado viernes.

El tiroteo y posterior detención de cinco personas en varias redadas en Sidney han hecho aumentar la preocupación por los ataques violentos y los altercados contra los musulmanes.

Turnbull ha llamado a un respeto mutuo entre credos defendiendo que "es el pegamento que mantiene unido a este país tan diverso" y ha culpado a los manifestantes antimusulmanes de avivar la división.

"Aquellos que lo hacen, están haciendo que el trabajo de la Policía y de los servicios de seguridad... que buscan prevenir la violencia extremista, sea mucho más duro" ha declarado a los reporteros en Sídney.

Australia, fuerte aliado de Estados Unidos en su batalla contra los islamistas radicales en Irak y Siria, ha aumentado su nivel de alerta ante los ataques por parte de radicales locales desde el año pasado.

LUCHA ANTITERRORISTA

Turnbull también ha anunciado una reunión para la próxima semana para tratar la lucha contra el terrorismo aprovechando el tiroteo de la semana pasada. "El ataque del viernes en Parramatta fue un recordatorio de las consecuencias de la radicalización", ha añadido en la declaración.

Las protestas entre los grupos antirracistas y los partidos antislam han desembocado en violentos enfrentamientos en diferentes ciudades del país a lo largo de este año.

El comandante de la Policía de Parramatta, Wayne Cox, anunció que no esperaba enfrentamientos violentos pero que fueron desplegados 75 oficiales adicionales. Las calles fueron cortadas y Cox rogó a los ciudadanos que evitasen la zona a no ser que fuera estrictamente necesario.

En septiembre, un policía disparó a un adolescente de Melburne después de éste apuñalara a dos oficiales. El pasado diciembre, dos rehenes fueron asesinados cuando la Policía asaltó una cafetería en Sídney, después de 17 horas de asedio por parte de un hombre armado.

A inicios de este mes, un joven británico de 15 años fue sentenciado a cadena perpetua por provocar un ataque durante una ceremonia conmemorativa de la Primera Guerra Mundial en Australia, desde su cama en el norte de Inglaterra.

El descubrimiento de las actividades del joven desencadenaron una operación policial masiva que llevó a la detención otros cinco adolescentes que planeaban un ataque inspirado en el Estado Islámico, dijeron las autoridades.

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