GINEBRA, 16 Abr. (Reuters/EP) -
Los últimos esfuerzos de Naciones Unidas para iniciar una nueva ronda de conversaciones sobre Siria podrían tener éxito en esta ocasión, en un nuevo contexto donde las diferentes facciones tienen un enemigo común, el grupo terrorista Estado Islámico, ha declarado el embajador ruso en la ONU, Alexei Borodavkin.
A comienzos de esta semana, Naciones Unidas anunció que su enviado especial para Siria, Staffan de Mistura, iniciará una ronda de nuevas conversaciones en mayo sobre el conflicto sirio con todas las partes implicadas, un año después del colapso de las últimas conversaciones.
Sin embargo, Borodavkin ha declarado que en la actualidad existen más razones para tener esperanza que por aquel entonces, argumentando que tanto el Gobierno como la oposición rebelde han reconocido que no hay una solución militar ante una guerra civil que se ha extendido durante cuatro años y ha matado a más de 220.000 personas.
Asimismo, Borodavkin ha resaltado que el hecho de que algunas partes de la oposición no cuentan ya con un Ejército fuerte, lo que supone un plus más en este nuevo contexto. "Una parte del Ejército Libre Sirio (ELS) ha sido derrotada y otras se han unido a los extremistas del Estado Islámico", ha sentenciado. "Esto no es algo positivo, pero es una realidad, y la oposición debe reconocerlo", ha agregado.
ESTADO ISLÁMICO: ENEMIGO COMÚN
Rusia ha apoyado al presidente sirio Bashar al Assad durante gran parte de la guerra, rechazando los llamamientos occidentales para que se apartase. "Yo creo que tenemos que centrarnos en el objetivo de parar el baño de sangre y detener al Estado Islámico más que en individualidades", ha proclamado.
En este sentido ha resaltado que la emergencia de la milicia yihadista como enemigo del Gobierno y de la oposición ha creado un objetivo común. "Compartirán la misma causa, y esto, evidentemente, fomenta su reconciliación", ha dicho. Mientras muchos diplomáticos se han mostrado pesimistas sobre este nuevo plan de la ONU para terminar con el conflicto, Borodavkin se ha mostrado esperanzado.
"Se han hecho algunas concesiones y la mentalidad de las partes implicadas está cambiando, desde la hostilidad hasta otros caminos que pueden desembocar en negociaciones", ha declarado. De Mistura tenía la esperanza de conseguir un alto el fuego en la segunda ciudad más grande de Siria, Alepo, pero los rebeldes rechazaron este plan hace un mes alegando que semejante paso solo beneficiaría al Gobierno de Al Assad.
