Martin Schulz, congreso del SPD
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Publicado: domingo, 21 enero 2018 14:59

Frente a él, el líder de las juventudes del partido, Kevin Kühnert, pronuncia un aplaudido discurso contra la hipotética asociación

BONN, 21 Ene. (DPA/EP) -

El presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Martin Schulz, ha apelado con fervor a sus correligionarios a entablar negociaciones para reeditar la actual alianza de Gobierno con los conservadores de la canciller Angela Merkel.

Sería "imprudente no aprovechar esta oportunidad", ha declarado el ex presidente del Parlamento europeo este domingo ante los 600 delegados reunidos en un congreso extraordinario para decidir si se embarcan en una tercera gran coalición con Merkel en una votación que tiene en vilo al país cuatro meses después de las elecciones generales.

"Nosotros somos los que decidimos qué camino tomarán nuestro país y Europa", sostuvo Schulz. El líder de centro-izquierda sostuvo que se trataba de una oportunidad para poner fin "al neoliberalismo en la Unión Europea".

Schulz recibió un aplauso contenido durante su alocución, que contrastó con el júbilo que desataron los discursos de los directivos de las Juventudes Socialdemócratas, que desde hace semanas hacen campaña contra una nueva gran coalición.

Tras los debates, los delegados decidirán si la cúpula entabla negociaciones formales con las Uniones Cristiano Demócrata y Cristiano Social (CDU/CSU) de Merkel sobre la base de un preacuerdo alcanzado hace una semana.

La cúpula del partido favorece una nueva alianza con Merkel, pero en las bases hay mucha resistencia. Entre los más combativos están los jóvenes socialdemócratas encabezados por el elocuente Kevin Kühnert.

"Este no es el fin de la historia, ni la del SPD", aseguró Kühnert, quien en los últimos días se erigió en el principal rival de Schulz.

El político, de 28 años, sostuvo que "tras ocho años de gran coalición en doce años de Merkel, los puntos en común esenciales se han agotado".

Dos poderosas secciones regionales del partido, la de Renania del Norte-Westfalia y de Hesse, anunciaron que condicionarán su voto a que se vuelvan a negociar algunos puntos del preacuerdo pese a la negativa de los conservadores a efectuar modificaciones sustanciales.

La Ejecutiva federal tendió la mano a los escépticos e incluyó sus reparos en la moción general que será sometida a votación. En ella valora como "insuficientes" partes del texto provisional acordado en las consultas con los conservadores.

La moción demanda "mejoras eficaces" en tres puntos importantes para los más escépticos: la reagrupación familiar de refugiados, la abolición de los contratos temporales sin causa y un sistema de salud unificado que acabe con el trato discrecional de pacientes de seguro privado y de seguro público.

De imponerse el "sí", las negociaciones se pondrían rápidamente en marcha para que el acuerdo de coalición fuese sometido al voto de los 450.000 afiliados del SPD. Superada esta instancia, algo que tampoco está garantizado, Merkel podría encadenar su cuarto Gobierno consecutivo.

Un "no" tendría consecuencias dramáticas. Merkel tendría como única opción un Gobierno en minoría, que ha rechazado de plano. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, debería poner en marcha el complicado mecanismo para convocar nuevas elecciones.

Una negativa socialdemócrata probablemente llevaría a la renuncia del Martin Schulz. Tampoco podría garantizar la recuperación del SPD en nuevas elecciones. Una encuesta del canal ZDF le concedía un 20 por ciento, cinco décimas menos que el mínimo histórico de septiembre, mientras que un sondeo del instituto Forsa predecía un 18 por ciento

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