MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, ha firmado este miércoles un decreto por el que se reserva la posibilidad de repatriar a los extranjeros a sus países de origen para que sean sometidos a juicio o cumplan sus penas.
La Fiscalía General es quien tiene que presentar una primera solicitud para que el preso pueda ser repatriado, pero la decisión última corresponde al Gobierno, informa el periódico estatal 'Al Ahram'.
El portavoz presidencial, Alaa Yusef, ha atribuido el cambio normativo, entre otras cuestiones, a la necesidad de "mantener la imagen internacional de Egipto". No en vano, la nueva ley podría ser utilizada en casos especialmente impopulares a ojos de la comunidad internacional y de organizaciones pro Derechos Humanos.
Uno de los casos que podría dar ahora un giro es el de los tres periodistas de Al Yazira condenados en junio a penas de entre siete y diez años de cárcel por difundir falsas noticias y colaborar con el movimiento islamista Hermanos Musulmanes.
Entre estos detenidos figura el australiano Peter Greste y el egipcio-canadiense Mohamed Fahmy, si bien no está claro si el decreto firmado por Al Sisi contempla el traslado de presos con doble nacionalidad.
Hasta ahora, Al Sisi había evitado mediar argumentando que el sistema judicial egipcio es "completamente independiente" del poder político, a pesar de que el presidente había admitido que la deportación suponía en este tipo de casos es la deportación.
