Reuters
Actualizado: jueves, 9 julio 2009 0:02


ROMA, 8 Jul. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -

La crisis económica internacional y la lucha contra el cambio climático centraron la primera jornada de trabajo de los líderes del 'Grupo de los Ocho' (G-8), que llegaron esta mañana a la ciudad de L'Aquila (centro de Italia) para celebrar una cumbre de tres días. Las principales economías del mundo (Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Alemania, Reino Unido, Francia y Rusia) reiteraron su compromiso para regular con normas globales el sistema financiero internacional. Sin embargo, admitieron que todavía existen "riesgos significativos" para la economía en general.

El fruto de la jornada se concretó en una declaración conjunta titulada 'Un liderazgo responsable para un futuro sostenible', en la que los líderes de las principales economías del mundo abordaron las cuestiones relacionadas con la crisis financiera, el cambio climático y el desarrollo del continente africano, que son los tres grandes temas en los que se centrará la cumbre.

En relación con la crisis financiera, los líderes admitieron que la situación sigue siendo preocupante y que todavía existen "riesgos significativos para la estabilidad de la economía y de las finanzas". La declaración sí contiene, en cambio, el compromiso adoptado por las principales economías para establecer una normativa capaz de regular las relaciones financieras a nivel global, como medida de prevención para que una crisis como la actual no vuelva a repetirse.

Sin embargo, el documento no habla del debate planteado recientemente por China sobre la posibilidad de que el dólar deje de ser la moneda de referencia. Según el país asiático, esta circunstancia habría amplificado las consecuencias de la crisis.

DIFICULTADES SOBRE EL CLIMA.

El segundo tema afrontado en la jornada de hoy fue el del cambio climático y los objetivos que deberían acordarse a nivel internacional para reducir las emisiones de CO2.

Este tema centrará la principal sesión de trabajo que se llevará a cabo mañana y en la que, además de los países del G-8, también tomará parte el G-5, que está representado por las cinco principales economías emergentes (China, India, Brasil, México y Sudáfrica).

Se intentará alcanzar un acuerdo conjunto con las naciones de este grupo para fijar la reducción a la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050. De hecho, este dato en particular no fue incluido en la declaración conjunta del grupo, según las primeras versiones.

Las negociaciones habrían fracasado a causa de la oposición manifestada por China e India. Según el punto de vista de estos dos países, primero tendrían que ser los países ricos los que se comprometieran a realizar importantes reducciones de sus emisiones hasta 2020. Asimismo, estos mismos países deberían ayudar a las naciones en vías de desarrollo a afrontar los problemas derivados del cambio climático, tales como inundaciones, calentamiento, tormentas y el aumento de los niveles del mar. La falta de un acuerdo sobre este tema supondría un paso atrás y un duro golpe en los esfuerzos por alcanzar un nuevo acuerdo sobre el clima el próximo mes de diciembre.

Aun así, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, quien asistió a la cumbre de este grupo en su calidad de presidente de turno de la Unión Europea, afirmó que los países que integran el G-8 acordaron hoy limitar el aumento de las temperaturas a no más de dos grados centígrados. "El gran logro del G-8 hasta ahora es que Estados Unidos ha dado un paso adelante y se ha unido a nosotros (los europeos) en el objetivo de los dos grados centígrados", explicó en declaraciones a Reuters, precisando que "esto está en el texto final" que firmarán los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembro.

Asimismo, indicó que los dirigentes del G-8 se mostraron de acuerdo en que los países ricos deberían intentar reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 80% para 2050.

A todo esto se suma la ausencia del primer ministro chino, Hu Jintao, que ha tenido que abandonar la cumbre y volver a su país a causa de los enfrentamientos étnicos que se están registrando en estos días.

El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, consideró "importante" que mañana Estados Unidos y Europa se presenten "unidos" a la reunión sobre el clima, especialmente por lo que respecta al tema de las emisiones, aunque no precisó ni la cantidad de su reducción ni la fecha en la que debería alcanzarse.

A pesar de ello, el documento si concreta que el aumento de las temperaturas mundiales no debería exceder los dos grados, algo que marcaría un gran avance por parte de los países de la Unión Europea para convencer a Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá de que el límite de dos grados celsius es el umbral necesario antes de que el cambio climático alcance niveles peligrosos.

En cuanto a las ayudas al continente africano, renovaron su apoyo al cumplimiento de los Objetivos del Milenio, uno de cuyos principales metas es reducir el número de personas que pasan hambre.

L'AQUILA, CIUDAD DEVASTADA

Algunos de los líderes del G-8 aprovecharon su presencia en la cumbre para visitar L'Aquila, la ciudad que hace tres meses quedó devastada a causa de un terremoto. El seísmo, cuya intensidad fue de 6,3 grados en la escala Mw (Magnitud Momento) y 5,8 grados en la escala de Richter, causó alrededor de 300 muertos, 1.500 heridos y miles de evacuados.

En un principio, la cumbre tenía que haberse celebrado en la paradisíaca isla de la Magdalena. Sin embargo, en el último momento, la presidencia italiana del G-8 decidió desplazar la reunión a L'Aquila, con el objetivo de convertir la tragedia que ha vivido esta ciudad en el centro de la atención mundial.