Touadera dice que RCA "no es una causa perdida" y pide 2.960 millones de euros para salir de la crisis

Faustin-Archange Touadera
SIEGFRIED MODOLA / REUTERS
Actualizado: jueves, 17 noviembre 2016 13:50

La ONU alerta que las violaciones "endémicas" de los Derechos Humanos "se han multiplicado con la reciente intensificación de la violencia"

BRUSELAS, 17 (EUROPA PRESS)

El presidente de República Centroafricana (RCA), Faustin-Archange Touadera, ha reconocido que la situación en el país africano "es difícil, pero no es una causa perdida" y ha pedido la ayuda internacional para "pasar definitivamente la página de la violencia" y recabar los 3.161 millones de dólares (unos 2.960 millones de euros) entre 2017 y 2021 que necesitan para financiar su estrategia nacional para la recuperación y consolidación de la paz.

"La situación de mi país es difícil pero no es una causa perdida", ha defendido el presidente centroafricano durante la conferencia de donantes organizada por la UE en Bruselas para recabar ayuda para el país, que intenta salir de un conflicto de tres años y ha logrado la vuelta al orden constitucional tras completar con éxito las recientes elecciones presidenciales y legislativas "en condiciones de seguridad y transparencia".

El mandatario ha incidido en "la profundidad de la crisis", incluida "una grave crisis humanitaria" que persiste, con "grandes desafíos", y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para "pasar definitivamente la página de la violencia" y financiar el plan nacional para la recuperación y consolidación de la paz, que ha presentado en la conferencia y que necesita 3.161 millones de dólares (unos 2.960 millones de euros) entre 2017 y 2021, incluidos 1.684 millones de dólares (unos 1.570 millones de euros) para los primeros tres años.

"La recuperación y la consolidación de la paz son prioridades vitales para República Centroafricana", ha admitido el mandatario, que ha explicado que el plan es "producto de una gran concertación nacional".

Según ha explicado, se centra en tres pilares: el restablecimiento de la paz, incluido el desarme de las milicias y su reintegración; relanzar un contrato social entre el Estado y de la población y garantizar los servicios básicos a la población, incluidos educación y salud; así como promover el relanzamiento económico, el crecimiento inclusivo y la creación de empleo, algo "esencial" para restablecer la confianza entre el Estado y la población y mantener la paz social.

"Serán los grandes ejes de nuestra acción", ha explicado, prometiendo que promoverán el desarrollo de "un Ejército profesional y representativo" de todas las etnias, que el Tribunal Penal Especial "estará pronto operativo" para combatir la impunidad y como factor "importante" para la reconciliación, harán esfuerzos para garantizar la vuelta de las personas desplazadas por la violencia y cerrarán "lo antes posible" el campamento de refugiados en el aeropuerto de Bangui.

"Invertir en la seguridad es allanar la vía al desarrollo", ha defendido el mandatario, incidiendo por ello la primera prioridad de invertir en el desarme e integración de "los antiguos combatientes" en la sociedad y avanzar en la reconciliación nacional, porque los esfuerzos "serán vanos si la sociedad centroafricana sigue dividida".

También ha prometido que se centrarán en la buena gobernanza y el Estado de Derecho, promoverán la participación de la sociedad civil y la igualdad entre hombre y mujeres y harán reformarán las finanzas públicas para garantizar "más transparencia" para "atenuar riesgos", prometiendo que harán un seguimiento "riguroso" de la ayuda internacional, en cuya "generosidad" ha confiado.

"La urgencia de actuar es evidente", ha admitido, insistiendo en que la necesidad de que los compromisos de reformas a cambio de ayuda por ambas partes "sean escrupulosamente respetados", en el marco del acuerdo suscrito este jueves en la conferencia entre presidente centroafricano y el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, en nombre de la comunidad internacional.

DESAFÍOS GIGANTESCOS

El vicesecretario general de la ONU, que mantiene una misión de mantenimiento de paz de casi 12.000 efectivos en el país desde 2014, ha recordado que hace tres años República Centroafricana "estaba al borde del abismo" y a pesar de los "esfuerzos conjuntos" de la comunidad internacional para ayudar a "contener la violencia" y "crear las condiciones favorables" para la transición política en el país y la vuelta al orden constitucional, el país se enfrenta a "desafíos gigantescos". "Las heridas del conflicto son todavía visibles, el tejido social está destruido", ha avisado.

"Los grupos armados siguen representando una amenaza para los civiles" y la reconciliación "en algunos casos llevará tiempo", ha alertado, al tiempo que ha denunciado las violaciones de los Derechos Humanos "endémicas", que "se han multiplicado con la reciente intensificación de la violencia" y, todo ello, sin olvidar la crisis humanitaria "desastrosa" en un país donde el 40% de la población necesita ayuda y la quinta parte de la población se ha visto desplazada en el país, ya sea dentro o fuera y "muchos tienen miedo a volver a casa".

La misión de la ONU, ha prometido, seguirá protegiendo a los civiles y manteniendo la paz en el país, cuyo "potencial enorme" ha subrayado, insistiendo en que "podría pasar la página" y no recular con la ayuda internacional. "El apoyo político y financiero de la comunidad internacional será esencial para el éxito de este plan", ha dicho, anunciando una ayuda de 15 millones de dólares del organismo internacional "para la consolidación de la paz" en el país centroafricano.

DONACIÓN ESPECIAL DEL BANDO MUNDIAL

El vicepresidente del Banco Mundial, Jan Walliser, ha alertado de los costes considerables de seguridad y humanitarios del país y ha considerado "realista" el plan nacional del Gobierno centroafricano, anunciando "una donación excepcional para la salida de la crisis de 250 millones de dólares para tres años".

"Los 3.000 millones de dólares en cinco años para un país de cinco millones de habitantes puede parecer elevado pero lo que hemos aprendido es que la estabilización y la salida de una situación de fragilidad no se puede hacer sin una inversión masiva en el desarrollo humanitario y seguridad", ha avisado.

La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha reconocido que las necesidades de reconstrucción para los próximos tres años "son enormes". "Juntos somos más fuertes y podemos apoyar la esperanza de la población centroafricana", ha dicho, recordando que la UE es el primer donante del país centroafricano, cuyo plan es "ambicioso" y "claro".

"La comunidad internacional tiene un papel fundamental que desempeñar en la puesta en marcha del plan", ha recalcado, al tiempo que ha subrayado la importancia del acuerdo sobre los compromisos mutuos firmado.

Francia, antigua metrópoli del país centroafricano que desplegó varios miles de soldados a finales de 2013 en el marco de la operación Sangaris para evitar las masacres de la población, ha anunciado "85 millones de euros adicionales" para apoyar la recuperación del país entre 2017 y 2019.

"Los desafíos y necesidades son enormes", ha coincidido el comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, que ha alertado de la "grave" situación humanitaria, recordando que 2,3 millones de personas, casi la mitad de la población, "depende" de la ayuda externa y hay 850.000 centroafricanos desplazados, dentro y fuera del país. "No podemos bajar la guardia", ha pedido, anunciando otros once millones de euros de ayuda comunitaria para el país este año.