SANTA CRUZ DE TENERIFE, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consorcio de Bomberos de Tenerife, en colaboración con 56 centros escolares de la isla, ha organizado una campaña de prevención con el objetivo de inculcar a los más pequeños hábitos de conducta que eviten los accidentes o minimicen los daños en caso de incendio.
Aprender a evitar incendios, reconocer qué objetos son más peligrosos y saber cómo actuar en caso de emergencia o el número de teléfono al que hay que llamar son algunas de las enseñanzas que se ofrecen en estos cursos, dirigidos a escolares con edades de entre 5 y 12 años.
Las actividades se han desarrollado en las instalaciones de los diferentes parques de bomberos de la isla. En ellas, los efectivos han realizado demostraciones teórico-prácticas, además de enseñarles el material que habitualmente utilizan en caso de incendio y ofrecer consejos sobre cómo actuar ante situaciones de emergencia, incluida la evacuación de sus centros escolares.
El objetivo principal, según explica el presidente del Consorcio de Bomberos, Carlos González Segura, "es que los menores adquieran los conocimientos necesarios para que adopten medidas de prevención y se conviertan, al mismo tiempo, en educadores dentro de su entorno familiar y escolar".
Carlos González hace hincapié en el esfuerzo que se ha hecho este año para ampliar las acciones de prevención entre los menores, "conscientes del efecto multiplicador que causan entre los familiares y demás personas de su entorno que, ante la reprobación que reciben de los menores, consiguen también adoptar hábitos preventivos que permiten reducir las situaciones de riesgo", añade.
Por su parte el consejero de Seguridad del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena, insiste en la necesidad de continuar apoyando estas iniciativas cuyo fin es divulgar a la población conocimientos que permitan reconocer los riesgos que pueden presentarse en su entorno más próximo.
Afirma que los niños "son curiosos por naturaleza, experimentan con todo lo que tienen a su alrededor y esto les puede llevar a estar en situaciones de peligro". "Por ello, el juego puede ser un instrumento pedagógico muy enriquecedor y lúdico donde el alumno puede conocer estas situaciones y así poder evitarlas en el futuro", agregó.
