El consumo moderado de cerveza puede reducir el riesgo cardiovascular tras practicar deporte, según un estudio

Dieta Mediterránea.
CEDIDA.
Actualizado: lunes, 19 abril 2010 18:56

Es la conclusión de las últimas investigaciones recogidas en una Monografía Científica y que será presentada en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Salud cardiovascular, sistema inmune, agentes quimiopreventivos contenidos en el lúpulo, rehidratación tras la práctica deportiva, y bebidas fermentadas como parte de la Dieta Mediterránea, son algunos de los temas que recoge la Monografía del III Simposio Internacional de la Cerveza, un manual que reúne las últimas investigaciones científicas nacionales e internacionales sobre las propiedades del consumo moderado de cerveza y su relación con la salud y que hoy ha presentado el doctor Jesús Román Martínez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y portavoz del Centro de Información Cerveza y Salud.

Hoy en día existen multitud de estudios científicos que corroboran que el consumo moderado de cerveza, siempre que se realice por adultos sanos y dentro de una dieta equilibrada, podría ayudar a prevenir distintas enfermedades que tienen parte de su base en la alimentación. La cerveza es una bebida fermentada de baja graduación elaborada con ingredientes naturales --agua, cebada malteada y lúpulo-- y de ellos se desprenden los más de 2.000 compuestos que se pueden encontrar en esta bebida, informó el Cerveza y Salud.

Según el doctor Jesús Román Martínez, "la cerveza es una bebida muy interesante desde el punto de vista nutricional, ya que aporta vitaminas, fundamentalmente del Grupo B, antioxidantes naturales, carbohidratos, minerales y otros compuestos beneficiosos para la salud".

Por su parte, el Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Presidente de la Fundación Dieta Mediterránea (FDM), el profesor doctor Lluís Serra, explica en las conclusiones de su estudio incluido en la Monografía Científica, que también será presentada en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife por la tarde, que la Dieta Mediterránea es quizás el modelo alimentario más saludable del planeta, hecho corroborado por numerosos estudios epidemiológicos y experimentales de nutrición que muestran que los países del Mediterráneo gozan de tasas de morbilidad por enfermedades crónicas más bajas y esperanza de vida más elevada.

Las dietas mediterráneas tradicionales se caracterizan por la abundancia de alimentos vegetales como pan, pasta, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; el empleo del aceite de oliva como fuente principal de grasa; un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos y huevos; el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas y aportes moderados de bebidas fermentadas (vinos, cavas, cerveza y sidra) consumidos normalmente durante las comidas.

En opinión de Serra, "los efectos a veces perversos de la globalización y las transformaciones sociales que han experimentado las familias y la sociedad en general, han disparado la alerta sobre los peligros que puede correr la Dieta Mediterránea".

DIETA MEDITERRÁNEA

En el apartado de la monografía dedicado a valorar la influencia de la cerveza en la reducción del riesgo cardiovascular, el doctor Armin Imhof, del Departamento de Cardiología del Hospital Universitario de Ulm (Alemania) concluye en su estudio que, si bien es sabido que el consumo abusivo de alcohol tiene efectos nocivos sobre la salud, el riesgo de sufrir un infarto puede ser entre un 40 por ciento y un 50 por ciento más bajo en aquellas personas que beben alcohol de forma moderada que en aquéllas cuyo consumo es cero. De hecho, existe un notable consenso entre la comunidad científica mundial acerca de los efectos beneficiosos del consumo moderado de alcohol sobre la mortalidad global y la cardiovascular en particular.

Por su parte, el doctor Ramón Estruch, del Servicio de Medicina Interna, del Hospital Clínic de Barcelona, y director del Estudio PREDIMED (estudio que analiza la eficacia de la Dieta Mediterránea en la prevención de la enfermedad cardiovascular) afirma que los datos extraídos del estudio PREDIMED sugieren que existen evidencias que indican que no todas las bebidas con contenido alcohólico son iguales. Las bebidas fermentadas de baja graduación (cerveza, vino y sidra), ricas en polifenoles, podrían tener un efecto protector adicional frente a enfermedades cardiovasculares que las bebidas pobres en estos compuestos como las destiladas de mayor graduación.

El estudio PREDIMED es una investigación en la que se han analizado los posibles efectos del consumo moderado de cerveza en una población de 1.249 sujetos con alto riesgo vascular. "Aunque los resultados de este estudio son todavía preliminares se ha comprobado que los sujetos incluidos en el estudio (edad media 68 + 6 años, 43 por ciento varones, 57 por ciento mujeres) con alto riesgo vascular, que beben moderadamente cerveza presentan un patrón alimentario más sano, más próximo a la dieta mediterránea tradicional, que los sujetos que no consumen cerveza. Ello implica un mayor consumo de verduras, legumbres, fruta, pescado y también carne, junto a un menor consumo de leche y derivados, comparado con los que manifiestan no consumir cerveza", concluye el doctor Estruch.

Según el dotor Estruch, estos datos contrastan con otros estudios anglosajones en los que se señala que los bebedores de cerveza solían consumir más productos de bollería, patatas frías, mantequillas, etc. con un alto contenido en grasas saturadas y grasas trans. Asimismo, los bebedores moderados de cerveza del estudio manifiestan desarrollar una actividad física significativamente más intensa que los no bebedores, lo que implicaría que siguen unos hábitos de vida más sanos.