SANTA CRUZ DE TENERIFE, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Tenerife Espacio de las Artes (TEA) acogerá mañana miércoles a las 20.00 horas la inauguración de 'Aw Bisimila Malila', que quiere decir 'bienvenido a Mali', título de una exposición fotográfica que abrirá la undécima edición del Festival de Músicas Mestizas (MUMES 2014).
La muestra, que recoge imágenes tomadas por la cooperante y psicóloga Amalia de Torres durante su estancia en el país africano, estará abierta al público del 11 al 28 de diciembre.
De Torres vivió seis meses en Mali, donde conoció los proyectos de la ONG Mujeres en Zona de Conflicto. El horario para visitar la exposición es de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, y los fines de semana de 10.00 a 15.00 horas.
La exposición, que consta de un total de 26 fotografías y varios paneles explicativos, también contará con un stand para mostrar las creaciones de J'aime l'Afrique, marca de ropa que en 2012 Amalia de Torres fundó junto a María Herrera.
Esta línea textil confecciona, con telas traídas de África, prendas 100% artesanales y de estilo casual. La labor que desarrolla J'aime l'Afrique (infojaimelafrique@gmail.com) fomenta el comercio justo y sostenible.
LA MUJER MALIENSE
Amalia de Torres explica en la exposición cómo las imágenes fueron tomadas a través de sus ojos, que se enfocaban en ese momento en el papel de la mujer maliense, "motor de las costumbres y portadoras de grandes conocimientos", indicó.
En la exposición se combinan las imágenes con textos que reflexionan sobre la visión que de África tienen tanto los extranjeros como los propios nacidos y residentes en el continente. La muestra aboga también por una tierra que no sólo está dominada por el hambre, las enfermedades o las guerras, sino que está configurada por multitud de ricas culturas.
Sobre el papel de la mujer en Mali, tal como Amalia de Torres indica en uno de los textos que acompañan la muestra fotográfica, "aunque todavía hay mucho camino por recorrer, negar que las mujeres malienses se han ido librando de las costumbres ancestrales que las oprimían, que van ganando poder y que cada vez hacen valer más sus derechos, es distorsionar la realidad".
Añade esta cooperante y psicóloga que "mostrarlas sólo como víctimas de la pobreza y la marginación no las ayuda; al contrario, las condena a seguir siendo invisibles a los ojos del mundo".
