Tensión en la reunión del IES Mirasierra con Transportes, que dice que con su proyecto se ahorran 50 millones de euros

Actualizado: lunes, 26 enero 2009 23:49


MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un ambiente de fuerte tensión caracterizó el encuentro que mantuvieron hoy algunos padres de los alumnos del IES Mirasierra, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, y los responsables de la Consejería de Transportes como su consejero, José Antonio Echeverría, y su director general de Infraestructuras y consejero delegado de Mintra --responsables de las obras de Metro--, Jesús Trabada, para explicar el proyecto de ampliación de la línea 9 de Metro.

El objetivo de la reunión: aclarar el proyecto de la prolongación de la línea hasta el barrio de Mirasierra, que supone el derribo de este instituto para la colocación de una de las bocas de una nueva estación del suburbano. La comunidad educativa apuesta por que hay posibilidades de crear la entrada en otro lugar sin necesidad de demoler el centro mientras que la Comunidad explica que con su proyecto se ahorran cerca de 50 millones de euros.

La cita, que comenzó alrededor de las 19.00 horas, se tuvo que retrasar unos minutos por la imposibilidad de llevarla a cabo debido a los gritos y ruidos provocados por decenas de estudiantes que se congregaron a las puertas del salón de actos donde tuvo lugar el encuentro. 'Espe, Espe, Especulación' y 'Hazte el socavón en el centro de tu salón' fueron algunos de los gritos más sonados entre los jóvenes que esperaban a las autoridades administrativas.

Precisamente, el lema de 'especulación' no fue del agrado del consejero Echeverría que comenzó su intervención aclarando que esta denuncia "no es verdad porque lo que se busca es un nuevo colegio y se atiende a una petición vecinal del Metro". "Aquí no hay especulación de nada", subrayó el consejero, quien aseguró que lo único que se va a hacer es aprovechar las obras del suburbano para remodelar el centro, de 23 años de antigüedad, y para construir uno nuevo en Montecarmelo.

"En el suelo de este instituto sólo se va a hacer otro centro, no se va a hacer nada más. Las acusaciones no tienen nada que ver con la realidad, por lo que lo quiero aclarar", añadió Echeverría, acompañado, entre otros, de su 'segundo' en el departamento, Luis Armada, y del viceconsejero de Educación, Jesús Valverde, uno de los más 'pitados' a su entrada al centro, dadas las quejas por parte de los padres ante, según ellos, la falta de atención por parte de esta Consejería.

Para explicar el proyecto, Transportes contó con la colaboración de Mintra y su máximo representante, Jesús Trabada, que, según explicó, ya estuvo en septiembre explicando la situación a los profesores y a la Asociación de los Padres y Madres, tanto del IES como del colegio Mirasierra, ubicados unos metros más abajo. Así, explicó que se han atendido todas las alegaciones presentadas por los afectados, y "como en todos los proyectos, todas se estudian, algunas se tienen en cuenta y otras no".

En este sentido, señaló que en el proyecto creado en esta ocasión se ha querido aprovechar el túnel ya existente con salida en las cocheras, en Herrera Oria, y ubicar las estaciones en las zonas que más demandaban el suburbano, el núcleo de viviendas más altas situadas en la zona norte y oeste del barrio, haciéndolas coincidir "con una estación de Cercanías que se uniría con Chamartín, una obra del Ministerio de Fomento", apostilló.

Técnicamente, explicó que gracias a la existencia de este túnel, las obras de las estaciones tendrían mucha menos profundidad, por lo que serían más económicas, y, además, no sería necesaria la construcción de 'telescopios' de más, es decir, de las estructuras que envuelven al actual. "Cada kilómetro de Metro cuesta una media de 64 millones de euros, y en este caso, el coste sería menor porque es menos de un kilómetro de túnel", añadió.

En cuanto a plazos, Trabada explicó que el instituto sólo se derribará cuando el colegio en Montecarmelo, situado a 1,6 kilómetros del actual centro, esté terminado supuestamente este verano. "No vamos a dar ningún picotazo aquí hasta que así sea", indicó. Así, los alumnos estudiarían el curso 2009-2010, en verano las obras de Metro deberían estar concluidas para que en el curso de 2010-2011 se pudiera volver al centro, y el suburbano estaría para primavera del 2011, coincidiendo con las elecciones.

"COMO MARINA DOR"

Toda esta explicación se hizo con constantes intervenciones por parte de las familias, que impacientes por hacerse oír, no querían perder la oportunidad de contar con la presencia de las Administraciones para presentar sus quejas. "Como Marina Dor" fue una de las ironías que se oyeron en el salón de actos mientras la Consejería de Transportes enumeraba la calidad de las infraestructuras nuevas con las que iban a contar los alumnos pasadas las obras.

"Con comedor, polideportivo, paradas de Metro al lado, esto va a aparecer Marina Dor", comentó uno de los padres, mientras existían en la necesidad de contar con la consejera de Educación, Lucía Figar. "Echamos de menos a Lucía", señalaban, al tiempo que criticaban la desidia por este departamento en esta cuestión.

Fue uno de los profesores, Severino, con 23 años de experiencia en el centro, quien solicitó la presencia de informes educativos, que según denunció, no se han visto "por ningún lado". Estamos en un centro de Enseñanza Secundaria, y nos gustaría escuchar a Educación porque las autoridades han estado postradas ante Infraestructuras, y no nos han presentado ningún informe educativo del centro", arguyó.

Este profesor se preguntó por qué habiendo espacio para hacer un "aeropuerto" en la zona, se "destruye" un edificio en un terreno donde "hay espacio para siete paradas más de Metro". Este es uno de los motivos que más preocupa a los padres, que temen que la Comunidad se quiera quedar con los terrenos para después dejarlos en manos de la iniciativa privada.

Por otro lado, los padres, que calificaron el proyecto como "injusto e irracional", pidieron en un escrito que se paralice el proyecto y se forme una mesa de negociación con las administraciones, las asociaciones de vecinos, y del AMPA. En este punto, intervino el viceconsejero de Educación, que aseguró que "poco" tienen ellos que aportar a la polémica del derribo.

"Son infraestructuras, y no tienen nada que ver con la educación...podemos hablar de la programación que teníamos en este entorno, de cuáles son las instalaciones que tenemos en este momento, de las necesidades que tenemos que atender y de las diferencias con otros centros que también se han visto afectados por las obras", indicó Valverde, quien añadió que los propios expertos que hay en la Consejería de Educación "han interpretado cómo desde el punto de vista puro educativo no tiene consecuencias".

Por su parte, la presidenta del AMPA, Mar Coloma, también intervino en este encuentro que duró más de dos horas, recordando que Mintra no ha tirado nunca un edificio público en detrimento de otro con las mismas características, y criticando la "información cero" que han recibido, pues, según explicó, se enteraron de todo en verano, cuando en medio del mes de agosto, vieron a técnicos midiendo en el patio.

Temen por la salud de los niños que se quedan en el edificio de Formación Profesional y en el Colegio Mirasierra, por los ruidos de las obras que van a tener que soportar, por la pérdida de calidad educativa ligada a los cambios y traslados constantes, y aunque reconocen que quieren el suburbano, su "interés como padres por sus hijos" prima ante todo.

Uno de los momentos de mayor tensión fue cuando uno de los asistentes se presentó como representante de los vecinos, y bajo el grito de 'Fuera, Fuera' tuvo que dejar de hablar, acusado de ser un "infiltrado" de la Consejería, porque, en un principio, empezó a defender el proyecto presentado por el Gobierno regional.