La compañía abrirá en octubre su primera planta en Japón
BARCELONA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fabricante español de componentes de vehículos Gestamp prevé crecer anualmente cerca de un 9% a precios constantes hasta 2019, según ha informado este martes la compañía, que ingresó en 2017 cerca de 8.200 millones de euros.
En este sentido, la firma ha subrayado que crecerá por encima del mercado de automóviles y que aumentará sus ingresos en los próximos tres años, en línea con lo logrado en el último ejercicio. Además, para 2018, Gestamp espera que su beneficio operativo crezca "un poco" por encima que sus ingresos.
Por su parte, la multinacional española abrirá "muy pronto" su primera planta en Japón, que comenzará su actividad el próximo mes de octubre. Además, el presidente de Gestamp, Francisco J. Riberas, ha subrayado que la firma está construyendo en la actualidad seis instalaciones más en todo el mundo.
De esta manera, Gestamp pasará a contar con 112 plantas en todo el mundo, ya que, tal como ha señalado el máximo responsable de la compañía, para fabricar piezas relativamente pesadas, "hay que estar allí donde se producen los automóviles".
INVERSIONES.
En cuanto a las futuras inversiones de la compañía, Riberas ha destacado que Gestamp está invirtiendo "una barbaridad" en España, ya que no solo se están incrementando las plantas en el mercado nacional, sino también las líneas de trabajo. "De las líneas de estampación en caliente que hemos montado en los últimos diez años, un 15% fue en España", ha señalado el directivo.
Asimismo, el presidente de Gestamp ha explicado que durante la crisis hubo "mucho riesgo" para el sector de la automoción español, sin embargo, en la actualidad se muestra optimista debido a la competitividad de las empresas españolas.
"Mientras los fabricantes sigan apostando por España nosotros también lo seguiremos haciendo. Soy bastante optimista en este aspecto porque en España hubo mucho riesgo durante la crisis", ha explicado.
Por su parte, Riberas ha subrayado que a pesar de que las compañías automovilísticas cerraron plantas de producción en Alemania y Francia, la competitividad y la eficiencia de las empresas españolas permitieron que esto no ocurriese en el mercado nacional, "gracias, en parte, a la industria de componentes".
