Apuesta por respetar los derechos de los recursos de agua en la Región hasta que haya alternativas que "pasan por la desalación"
YECLA (MURCIA), 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, reprochó hoy que la Comunidad Autónoma de Murcia "ha funcionado con la política del ladrillo, como las regiones de la costa, lo que está muy ligado a los problemas del agua", y afirmó que el 20 por ciento de paro existente en la Región "está directamente con la crisis del ladrillo".
Lara, en una visita al municipio de Yecla, criticó que la Región experimentó un desarrollo inmobiliario "insostenible, con unos fiascos urbanísticos impresionantes y se ha jugado todo a la especulación", y manifestó que el resultado "es el paro, del que son corresponsables el Gobierno de España y los Gobiernos de las comunidades que tenían y tienen competencias".
"Lo que ha pasado es que han permitido que el sector del ladrillo estuviera en manos privadas exclusivamente y que, de cada 100 viviendas construidas en España, 95 fueran privadas y cinco públicas, por lo que no ha habido intervención pública en la economía del ladrillo y de la vivienda", precisó.
Así, lamentó que "se ha ido a producir vivienda como negocio y no como derecho, lo que ha creado la ruina de entidades de ahorros y de banca, incluso, que invirtieron en la especulación inmobiliaria, y donde los Gobiernos, también el de la Región de Murcia, tienen responsabilidades políticas".
Lara vinculó este modelo de desarrollo con la explotación del agua, ya que "toda el agua que mandes a una comunidad con un desarrollo insostenible como el de Murcia, toda el agua que le mandes es poca", y añadió que "el problema es que son recursos escasos que hay que controlar".
En este sentido, afirmó que IU "es la única formación con una política coherente con el agua, porque plantea que no se le pueden quitar derechos de recursos de agua a la Región de Murcia mientras no se busquen alternativas, que pasan por la desalación con una subvención importante por parte del Estado".
Por ello, apostó por mantener "la media de envío de agua de los últimos años, cuanto menos, hasta que se busquen alternativas concretas subvencionadas en políticas, porque no se pueden desvestir unos santos para vestir a otros".
