Reclaman su libertad y denuncian que la abogada de presos de ETA sigue en prisión "como venganza"
BILBAO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Allegados de la abogada de presos de ETA Arantza Zulueta han pedido a los partidos políticos y a los agentes sociales que se "impliquen" en la defensa de la letrada, para la que han reclamado su puesta en libertad. Asimismo, han denunciado que sigue en prisión desde abrir de 2014 "como venganza".
Varias decenas de amigos y allegados a Zulueta, a la que se acudsa de ser líder de la estructura Halboka, creada para mantener el control y la disciplina interna de los presos de ETA, se han concentrado este jueves ante la Audiencia Provincial de Bizkaia tras una pancarta en la que podía leerse "Isolamendurik ez. Arantza askatu (aislamiento no. Arantza libertad)".
Allí, han recordado que hace un año interpusieron decenas de denuncias contra el centro penitenciario del Puerto III, en el que se encuentra recluida la abogada, y contra Instituciones Penitenciarias, "por la situación en la que mantienen a Arantza Zulueta".
Asimismo, han anunciado que, probablemente, la próxima semana interpongan una nueva remesa de denuncias en sede judicial ya que, según han indicado, aún no han recibido "ningún tipo de respuesta" y la situación de la letrada vizcaína "se agrava con el paso del tiempo".
A su juicio, Zulueta "está sufriendo una prisión como venganza y un aislamiento como forma de tortura". Por ello, han llamado "a todos los partidos y agentes sociales" a "que se impliquen en la defensa de este caso y en la vulneración de derechos humanos que se está dando con Arantza".
En nombre de los concentrados, Lola Gómez ha dado lectura a un comunicado en el que ha denunciado que "la mantienen en prisión por acusaciones por las que ya estaba en libertad en espera de juicio", asegurando que Zulueta es "la única" de los abogados de presos detenidos en relación con este caso que permanece encarcelada y "la única que, tras más de dos años y medio encarcelada, sigue en prisión sin haber sido juzgada".
Por todo ello, consideran que el caso de Zulueta es un reflejo de "la utilización de la prisión como arma de venganza" y como "instrumento cruel del Estado para ajustar cuentas en cuestiones políticas más allá de la aplicación de la ley".
