MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) - El candidato a la presidencia del PP, Pablo Casado ha lanzado ya la campaña para la segunda ronda de las primarias del partido y ganar a Soraya Sáenz de Santamaría. En declaraciones a los medios ha asegurado que la "integración" llegará después del Congreso en el que se elegirá finalmente al presidente 'popular' y ha apuntado que eso es lo que les pidió el presidente saliente, Mariano Rajoy: unidad "sincera" tras el cónclave. "Me he presentado para ganar y creo que va todo muy bien", ha dicho Casado, que hoy participa en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, a la que también asisten líderes internacionales como Barack Obama y otros nacionales como el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. El candidato ha dicho que ve "lógico" que se produzca la segunda vuelta tras la primera votación de los afiliados de ayer, que los compromisarios voten en el congreso y elijan entre Santamaría y él porque esas son las normas decididas desde el principio aunque, en ocasiones, a él no le han convencido. Llegados a este punto, ha insistido, se debe seguir hasta el final. "No vamos a ir a penaltis ni prórroga, pero es bueno jugar la segunda parte", ha dejado claro. El líder 'popular' ha alejado así la posibilidad de un acuerdo con Santamaría para presentar en el congreso una lista unitaria, especialmente cuando la diferencia entre ambos es de unos 1.500 votos. El sistema se diseñó para que los compromisarios también voten y será después cuando tenga que llegar la unidad. En este punto, Casado ha recurrido a Rajoy como argumento a su favor, porque fue el aún presidente quien les pidió "una integración sincera cuando pasara el congreso". El candidato ha empezado a preparar ya su campaña de cara a ganar ese cónclave, que le llevará de nuevo a recorrer buena parte del país aunque esta vez será más "institucional", ha precisado. De entrada, ha hablado ya con los cuatro aspirantes que este jueves no pasaron el primer corte de las primarias para convencerles de que se sumen a su proyecto y ha empezado a contactar también con los líderes territoriales. El argumento es el mismo que el de la campaña pasada: su candidatura, dice Casado, es la "única" que puede ofrecer unidad sin fracturas "personales" ni del pasado. Entre los perdedores se encuentra María Dolores de Cospedal, a la que Casado ha lanzado hoy halagos y ha dicho que es su amiga, con quien comparte principios, valores y "una idea clara del partido, pero sobre todo de lo que necesita España". En este punto, ha compartido la idea de que el PP debe salir reforzado de este proceso para ganar las elecciones, como insiste Santamaría, pero ha preguntado "para qué". Y desde el "respeto" al Ejecutivo anterior en el que su contrincante fue vicepresidenta, ha abogado por volver al Gobierno para hacer algo nuevo y no "lo mismo con los mismos", porque han perdido 3 millones de votos. "No hemos llegado hasta aquí para hacer lo mismo y que nada cambie. Con máximo respeto a lo realizado, tenemos que mejorar para volver a ser ese partido que no dependa de ningún pacto para volver a gobernar", ha insistido. El candidato ha explicado una vez más que quiere plantear una "revolución fiscal", una reforma educativa, una ley de memoria y dignidad para las víctimas del terrorismo y el refuerzo del Estado ante el secesionismo, entre otras propuestas que quiere difundir en esta nueva fase de la campaña por la presidencia del PP. Y ha insistido en que apuesta por una "refundación" del PP para "volver a ser" el proyecto de "centro derecha liberal conservador" con 11 millones de votos y sin necesidad de pactos para gobernar. "Cuanto antes", ha concluido.
