ETA.- Acusado de robar un coche con fines terroristas niega los hechos pero reconoce haber actuado de lanzadera para ETA

Actualizado: lunes, 19 julio 2010 15:30

El coche-bomba contenía un sistema trampa con la finalidad de atentar contra los agentes de desactivación de explosivos

MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

El etarra Gorka Martínez Azcarazo, que ha sido juzgado este lunes en la Audiencia Nacional por robar un coche que luego fue utilizado como coche-bomba y por la falsificación de matrícula del mismo, ha asegurado que ni robó el vehículo, ni falsificó la placa, pero ha reconocido haber actuado de lanzadera y haber señalado el lugar del robo a los también miembros de la banda Jon Kepa Preciado y Eneko Aguirresarobe Olagoy.

Según el fiscal Pedro Martínez, que ha elevado a definitiva su petición de seis años de prisión por los delitos de robo con fuerza de un vehículo y falsificación de matrículas con finalidad terrorista, el acusado habría robado un coche junto con los otros dos implicados en el caso en junio de 2003, en la playa de Laga en la localidad de Ibarrangelua (Vizcaya), además de sustituir las placas de matrícula del mismo, que posteriormente fue utilizado como coche-bomba contra la empresa Iberdrola del barrio de San Adrián de Bilbao.

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el representante del Ministerio Público, además de la pena de prisión, ha añadido la petición de una multa de 2.160 euros para el detenido. Por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución al considerar que, por los hechos que han podido acreditarse durante el juicio oral, ya ha sido condenado el procesado.

CONDENADO EN 2007

Durante su declaración, el acusado, que sólo respondió a las preguntas de su abogado, ha explicado que ya fue condenado por pertenencia a ETA y por almacenamiento de explosivos -en sentencia firme de 27 de diciembre de 2007-- ya que alojaba a miembros de la banda en su casa y se encargaba de mantener el almacén en el que escondían los explosivos, pero ha negado el robo del coche y ha apuntado a que, en los hechos que se han juzgado este lunes, su participación fue "en todo caso, de lanzadera", pero sin tener conocimiento del fin por el que lo hacía.

Los agentes de la Ertzaintza que han comparecido como testigos, han explicado que en sede policial Martínez Azcarazo reconoció su participación en los hechos voluntariamente, así como la participación de los otros dos implicados y que, incluso, aseguró que los otros dos miembros de comando, al enterarse de que el artefacto explosivo había sido desactivado, le dijeron: "Mira que buenos son, lo han desactivado sin reventarlo".

Durante las pruebas periciales, uno de los agentes aseguró que el artefacto explosivo era "trampa", y con él "buscaban atentar contra los agentes de desactivación", por ello, contenía la inscripción 'comeros esta cabrones'. También explicaron que la cerradura había sido manipulada para que pudiese ser abierta "con cualquier elemento plano metálico, como un destornillador o cualquier llave", algo que se ha encontrado "en otros actos de terrorismo, para que cualquier persona tenga acceso al vehículo y pueda arrancarlo con rapidez".

COLABORACIÓN NECESARIA

Como testigo ha comparecido también el dueño del vehículo robado, que ha corroborado la fecha y el lugar del robo del vehículo y ha acusado a los agentes de la Ertzaintza de ser los que provocaron los mayores desperfectos al coche. En el vehículo no aparecieron huellas dactilares ni ADN del acusado.

La acusación pública ha considerado "perfectamente acreditados los hechos y que el acusado participó en ellos" y ha basado su acusación en la declaración del propio procesado ante la Policía, libre y voluntariamente como han relatado "con toda claridad" el instructor y el secretario de la misma y, además, corroborado por otros hechos. También, cree que su actuación fue de "colaboración necesaria". Ha justificado su petición de la pena en el grado máximo "por la gravedad del hecho, porque el robo fue para preparar un atentado".

El abogado defensor ha denunciado que no se aceptó la declaración del también acusado Jon Kepa por encontrarse en prisión en Francia y considerar que era muy costosa su presencia en la vista oral, pero ha criticado que no se hayan usado otros sistemas como la videoconferencia, ya aplicada en otras ocasiones por la Audiencia Nacional. Ha calificado la comparecencia de este testigo como "más que necesaria" por ser un testigo directo de los hechos y ha asegurado que su no declaración "deja huérfana a la defensa".

TALDE DE APOYO A ETA

Además, se ha preguntado si "se puede robar un coche y cambiar una matrícula sin tocarlo", motivo por el cual no aparecieron huellas dactilares del acusado en el vehículo, a lo que se ha respondido que "se puede, pero aquí la única prueba de cargo es la declaración del propio acusado" que, a su juicio, "no fue ni voluntaria, ni libre".

Según el escrito de conclusiones elevado a definitivo por el Ministerio Fiscal, el acusado formaba parte en los meses de junio y julio de 2003 del talde de apoyo 'Aizcoiti' del 'comando Anuk' de ETA por lo que, en junio de 2003, junto con Jon Kepa Preciado y Eneko Aguirresarobe Olagoy, sustrajo un vehículo en el aparcamiento de la playa de Laga en la localidad de Ibarrangelua (Vizcaya) fracturando las cerraduras de la puerta delantera.

Posteriormente, trasladaron el vehículo hasta la lonja-garaje donde almacenaban armas y explosivo y manipulaban los vehículos bomba en Galdakao (Vizcaya), desplazamiento en el que el procesado hizo de lanzadera. Durante el trayecto también sustituyeron las placas de matrícula del vehículo por unas que habían troquelado sobre las placas blancas sustraídas en una empresa de recambios.

POR LOS MUERTOS

Los otros dos implicados fabricaron un artefacto explosivo formado por 12 kilos de dos tipos de dinamita con un sistema preparado para explotar en el momento en que los artificieros manipularan la olla, que contenía la inscripción 'Patxi, Ekain, Zigor y Urko', en referencia a los terroristas fallecidos tras la explosión del vehículo en el que transportaban explosivos en 2001: Patxi Remetería, Ekain Ibarguren, Zior Arambarri y Urko Gerrikagoitia.

Además, también tenía escrito 'TTOTTO, TTURKI, TXORTA, INA ANUK, OLAIA, ESA TRANPA' alusiva a los terroristas fallecidos José Luis Geresca Mújica, Juan Mari Ormazaban Ibarguren, Ángel Irazabanbeita, Inazia Zeberio, Javier Galparsoro y Olaia Castresana, junto a la inscripción ETA, bajo la que se encontraba un segundo sistema de activación tipo trampa antimovimiento, preparado para hacer estallar la bomba en el momento en que fuera retirada por los agentes de explosivos, con el texto "comeros esta, cabrones".

A continuación la metieron en el coche robado y lo colocaron en la parte trasera de la empresa Iberdrola del barrio bilbaíno de San Adrián. El día 1 de julio, el Centro de Coordinación de Emergencias SOS Deiak recibió una llamada del Diario Gara de Donosti asegurando que habían recibido un aviso de un interlocutor anónimo en nombre de ETA informando sobre el coche-bomba. Minutos después, efectivos de la Ertzaintza se personaron en el lugar y más de cuatro horas después lograron desactivar el explosivo.

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