La FEMP colabora con la DGT para reducir los accidentes en las ciudades españolas

Actualizado: viernes, 23 octubre 2009 0:51


GIJÓN, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Tráfico (DGT) está ultimando un convenio con la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) en el que se establece una "ordenanza municipal tipo" que pretende servir como un "marco legal" que sea a nivel municipal lo que la Ley General de Tráfico es a nivel de carreteras. Entre otras novedades, establece el fomento de las denominadas 'zonas treinta', o lo que es lo mismo, calles en las que la la limitación de la velocidad es 30 kilómetros/hora.

En este sentido, durante la celebración del I Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial, que se celebra en Gijón hoy y mañana, la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, Ana Ferrer, explicó a los medios de comunicación que "en estos momentos la única fórmula legal para ordenar la movilidad es la Ley de Tráfico", que es una norma "pensada para la carretera", que aunque "en términos generales" dispone de criterios "adaptables a la ciudad, en términos específicos, no".

"La ciudad es distinta en muchos aspectos", indicó Ferrer, quien insistió en la necesidad de que los ayuntamientos dispongan de "un paraguas legal para poder gestionar algunas medidas que son eficaces, pero que no las pueden aplicar". Así, indicó que la Ley de Tráfico no establece criterios de "pacificación de tráfico", o lo que es lo mismo maneras de señalizar o realizar obras en determinadas calles para reducir la velocidad de los vehículos.

Sobre este tema, aunque todavía no se ha alcanzado un acuerdo sobre la ordenanza tipo con la FEMP, Ferrer avanzó que uno de los objetivos es fomentar las zonas de la ciudad con máximo de velocidad a 30 kilómetros por hora. "Está demostrado que a 30km/hora las posibilidades de sobrevivir son muchas y de evitar el atropello son muchísimas", indicó Ferrer.

Además, afirmó que donde más se producen atropellos son en calles de poco tráfico donde los peatones se "confían", y que representan el 80 por ciento de las vías de las ciudades. A su juicio, esas calles son susceptibles de convertirse en "zonas treinta" para reducir los accidentes, ya que "la calle no es para el vehículo es de los ciudadanos, de los peatones, de los que andan".

"El vehículo tiene que saber que es el segundo o el último de la fila", subrayó la responsable de la DGT, quien insistió en que "la ciudad es para las peatones que lo habitan", y el vehículo es el que ha venido "posteriormente" por lo que no se pueden establecer políticas de movilidad que lo sitúen como "el amo", sino que deben ser los coches los que se "adapten" a los peatones.