MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno israelí considera que la Flotilla para la Libertad que tiene previsto partir rumbo a la Franja de Gaza la tercera semana de junio no tiene razón de ser puesto que no persigue "fines humanitarios" sino políticos y dado que la situación en este territorio no es de escasez, más ahora que Egipto ha reabierto el paso fronterizo de Rafá.
Así lo ha defendido este lunes en Madrid el embajador israelí, Raphael Schutz, en un encuentro con periodistas. Según el diplomático, esta flotilla es "una herramienta política de radicales" que tiene como finalidad "apoyar el terrorismo y legitimar a Hamás" y "no tiene nada que ver con temas humanitarios".
Según el embajador, en la Franja de Gaza "no hay escasez" ni faltan alimentos ni medicamentos puesto que Israel permite a diario la entrada de camiones con ayuda para que sea repartida por las ONG, incluso más de la que éstas tienen capacidad de gestionar.
Además, la reapertura de Rafá este fin de semana supone que también desde la frontera egipcia podrán entrar mercancías, por lo que el bloqueo no existe. Respecto a esta decisión de las nuevas autoridades egipcias, el embajador ha considerado que se trata de "un hecho negativo" puesto que existía un acuerdo para que todo lo que entre en la franja esté supervisado por Israel o por la Unión Europea.
Así pues, lo único que se mantiene es "un bloqueo marítimo" cuya finalidad, explica Schutz, es impedir la llegada de armas, principalmente procedentes de Irán, a Hamás. Según el embajador, el objetivo de la flotilla, mal llamada de la libertad, es precisamente "hacer llegar armas a Hamás y legitimizar" a este grupo terrorista.
Por ello, desde el Gobierno israelí se ha pedido al Ejecutivo español y a otros gobiernos europeos que "hagan lo que puedan para evitar la salida de la flotilla", ha señalado Schutz. En este sentido, ha recordado, la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, manifestó su rechazo a la iniciativa y desde su departamento se ha recomendado a los españoles no participar en la misma.
Así las cosas, el embajador ha asegurado que el Gobierno israelí está dispuesto a permitir que la carga humanitaria que supuestamente pretenden hacer llegar los promotores de la Flotilla --liderada por la ONG turca IHH, a que calificó de "organización terrorista"-- llegue hasta el puerto israelí de Ashdod y desde allí trasladarla a Gaza.
RECHAZO A DECLARACIÓN UNILATERAL PALESTINA
Por otra parte, Schutz ha rechazado la declaración la intención de los palestinos de presentar una resolución ante la Asamblea General de la ONU para el reconocimiento del Estado palestino. Según el embajador, sería "negativo" el que España respaldara esta opción, más si la UE se muestra "dividida" respeto a esta cuestión.
No obstante, ha reconocido que desde el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero el mensaje que les han hecho llegar es que no ha habido un cambio de postura y que España está a favor de una "solución negociada" entre las partes.
También desde las principales capitales europeas, según él, al igual que desde Estados Unidos, el mensaje que llega es de rechazo al "reconocimiento unilateral" del Estado palestino. No obstante, llegado el caso, ha añadido el embajador, Israel no va a reconocer ese estado palestino.
Por otra parte, el embajador israelí ha asegurado que el Gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu quiere la paz con los palestinos y una solución de "dos estados para dos pueblos".
En este sentido, ha reprochado al presidente palestino, Mahmud Abbas, su insistencia en el congelamiento total de la construcción en los asentamientos israelíes, una condición que, ha subrayado, no se había planteado hasta ahora. Según Schutz, el actual Gobierno israelí es el que "menos construye" en los asentamientos judíos en Cisjordania.
Por último, el diplomático israelí se ha mostrado muy crítico con el acuerdo de reconciliación nacional suscrito entre el movimiento Al Fatá y Hamás, y ha insistido en que este último grupo es una organización terrorista con la que Israel no está dispuesto a negociar, teniendo en cuenta que entre sus máximas está la destrucción del Estado hebreo.
