En 2016 se iniciaron 16 procedimientos de acoso en el ámbito penal en los que la "casi totalidad" de las víctimas eran mujer
MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio de la Vida Militar cree que el acoso sexual, laboral y profesional no puede combatirse con regulaciones aisladas y por ello reclama que se ponga en marcha "un conjunto de acciones integradas" para poner freno a este fenómeno en el seno de las Fuerzas Armadas.
El organismo hace esta recomendación en un informe monográfico sobre el acoso que le encomendó el Congreso de los Diputados. El estudio, recogido por Europa Press, analiza los diferentes tipos de acoso y realiza una comparativa entre la situación en los Ejércitos y la Armada con ámbitos equivalentes de la sociedad, aunque lamenta que "la ausencia de criterios equivalentes" hace difícil un estudio comparativo.
"Las Fuerzas Armadas, que forman parte de la sociedad, no son ajenas a las conductas relacionadas con el acoso y han comenzado recientemente a tratarlas", constata en alusión al protocolo aprobado en 2015 para hacer frente al acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito militar.
Según reconoce, se trata de una medida positiva como "primer paso" para la prevención, pero debe ser "completado y perfeccionado". "El protocolo contempla acciones preventivas que tienen como misión la información, la sensibilización y la formación del personal para prevenir conductas que puedan ser susceptibles de ser definidas como acoso", aplaude insistiendo sin embargo en que deberían tener "un carácter más completo e integrado".
En este sentido, apunta que la mejor manera de luchar contra el acoso es "actuar sobre el medio" estimulando la reacción no sólo del acosado sino de todos los que lo presencian, para lo que es necesaria "una buena gestión de la comunicación". "La tolerancia cero que proclama el protocolo no sólo debe llegar con mayor intensidad a los miembros de las Fuerzas Armadas sino que debe ser conocida por la sociedad en su conjunto", apunta.
Además, lamenta que el protocolo no trata de manera específica el acoso profesional y no se aplica al personal civil del Ministerio de Defensa. También cree que es necesario "simplificar y sistematizar" las medidas de protección de la víctima, proponiendo además en concreto que se apliquen las medidas de movilidad para las víctimas de violencia de género.
El Observatorio de la Vida Militar pide además mejorar los sistemas de recogida de datos sobre las conductas de acoso. En cualquier caso apunta que en el año 2016, el primero del que se dispone información, "casi la totalidad" de los casos iniciados tienen a una mujer como víctima.
En concreto, en 2016 se iniciaron 16 procedimientos en el ámbito penal, de los que once se encuentran en fase de instrucción y otros cinco han sido elevados a sumario. En el ámbito disciplinario se iniciaron seis expedientes de los que dos pasaron al ámbito penal y los otros cuatro están en trámite.
VOTO PARTICULAR
El informe cuenta con un voto particular del abogado Mariano Casado debido a la situación de la víctima del acoso en el seno del procedimiento disciplinario militar. Según censura, la víctima no tiene posibilidad alguna de participar activamente en el expediente disciplinario más allá de ser llamada como testigo.
A su juicio, la víctima debe poder intervenir en el procedimiento desde el primer momento hasta el último con las mismas garantías y derechos que el acusado, incluida la posibilidad de ser asistida de letrado.
También aborda la composición de las denominadas Unidades de Protección frente al Acoso (UPA), que cuentan con personal adscrito y defiende que debería ser personal destinado a ellas. "La importancia de las UPAS y el número de funciones que en las mismas se desarrollan demanda de los distintos profesionales que las integran dedicación exclusiva a estos cometidos", defiende.
