Actualizado: miércoles, 2 enero 2013 20:16

Apuesta por "definir" de forma "clara" las competencias de las autonomías "integrándolas en la responsabilidad de la gobernanza"


BILBAO, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

El PSE propone en su ponencia política, evaluar el "resultado" de los 30 años de autogobierno y realizar las reformas necesarias para garantizar el futuro de "la libre convivencia entre vascos", para lo que reclama la renovación de "un pacto ciudadano" con el que "seguir viviendo juntos" y terminar con el "chantaje permanente de los nacionalismos". Además, apuesta por "definir" de forma "clara" las competencias de las autonomías "integrándolas en la responsabilidad de la gobernanza".

La propuesta está recogida en el documento base de la Ponencia Política, a la que ha tenido acceso Europa Press, que los socialistas vascos debatirán en su congreso los próximos 9 y 10 de febrero y que se encuentra abierta a enmiendas hasta el próximo 20 de enero.

En el texto, los socialistas vascos proponen evaluar el resultado del autogobierno estatutario "después de 30 años" así como "proponer las reformas necesarias para asegurar en el futuro la libre convivencia entre los vascos".

A su juicio, en la comunidades nacionalistas, se ha concedido a los Estatutos el rango de 'pequeño Estado', mimetizando todas las características del Estado nacional" con la pretensión de que "el territorio bajo su control se construya sobre la identificación identitaria común de todos sus ciudadanos", lo que "suscita una guerra de poder entre éste y la Administración General del Estado".

En este punto, defiende "la libertad de identidad, frente a la nacionalización forzosa" y el autogobierno como "un espacio para buscar la concordia y la convivencia entre diferentes identidades".

La propuesta socialista propone la modernización del entramado institucional interno, para lo que promoverá la creación de una ponencia parlamentaria que busque la reforma de la LTH, la aprobación de la Ley Municipal y la unificación de las empresas públicas por áreas funcionales.

También advierte de que "analizar sin miedos los problemas", no quiere decir que no se reconozcan los "beneficios del sistema autonómico español".

Sin embargo, precisa que el competencial es, sin duda, "el mayor problema del sistema y advierte de que, "especialmente en Euskadi la relación de la Administración central con el poder autonómico se ha convertido en una guerra sin fin, que aún no ha concluido".

En su opinión, existe un "afán recentralizador de la Admnistración General del Estado" que "ha provocado una falta total de solidaridad de las Comunidades autónomas y la posición de enfrentamiento permanente".

El PSE busca "solucionar los problemas del sistema fortaleciendo el pacto ciudadano de convivencia en el seno de la Comunidad Autónoma y con el resto del Estado" mediante "una mayor claridad competencial de los dos poderes políticos" tanto del poder central como del autonómico y "no crear vías fraudulentas que permitan la renegociación permanente".

"No se puede mantener de forma permanente esta negociación sobre competencias que hacen que el sistema esté permanentemente abierto y sea políticamente inestable", advierte.

Las Comunidades autónomas deberían "asumir la corresponsabilidad en la gobernanza común y que forman parte de un Estado común con su consiguiente cuota de responsabilidad" y arbritar "estructuras e instituciones en las que los poderes de las Comunidades autonómicas puedan participar en las decisiones fundamentales que afectan al conjunto de ciudadanos del Estado compartido, entre ellas una profunda reforma del Senado".

"La reforma que planteamos los socialistas vascos es un nuevo contrato ciudadano que ratifica la unidad y el deseo de seguir viviendo juntos, de forma solidaria y corresponsable", afirma.

REFORMAS

Para ello, sugiere acometer los cambios "necesarios" para lograr "renovar el pacto ciudadano de vivir juntos" y "fortalecer la unidad de todos en un mismo Estado compartido garante de las libertades comunes".

"Debemos elaborar algún procedimiento para ratificar la voluntad ciudadana de seguir viviendo juntos y terminar con el chantaje permanente de los nacionalismos que deslegitiman el carácter democrático del Estado compartido", defiende.

También cree preciso definir "de forma clara las competencias de las autonomías, asumiendo que son poderes políticos complementarios e integrándolos en la responsabilidad de la gobernanza global".

Por otra parte, cree necesario "impedir que la Administración central tenga, en la práctica, instrumentos, que anulen las competencias de los poderes autonómicos". Por ello, considera que los poderes públicos de las autonomías "deben participar en las decisiones colectivas". "La reforma del senado como cámara territorial es seguramente, la mejor forma", dice.

También proponen que "la cuestiones que afecten al ámbito competencial, o a las competencias de las comunidades sean "aprobadas necesariamente en la Cámara Territorial".

Por último, mantiene que los poderes autonómicos deben reconocer la libertad de identidad y garantizar las prácticas colectivas diversas". "Cada Comunidad Autónoma debe, ella misma, gestionar de forma democrática la diversidad de identidades en su seno", puntualiza.

MODELO DE ESTADO

La ponencia asegura que el modelo de Estado debe ser "revisado"

y recuerda que en los países con movimientos nacionalistas, éstos "tratan de deslegitimar el Estado compartido existente, planteando la dicotomía entre nuevo Estado nacionalista y Europa como el único paradigma válido".

Para el PSE, el nacionalismo es "un rasgo del pasado que se está convirtiendo en un lastre para asumir e integrar sociedades pluralistas con identidades diversas"

Además, apuesta por la definición del modelo de Estado desde los "ejes" de "la libertad y la seguridad" y reivindica "el derecho a la libre identidad individual" frente a "la construcción nacional" y "el derecho a decidir colectivo".

Por ello, reclama frente a "la nacionalización forzosa" en comunidades nacionalistas, "el derecho a la pluralidad identitaria". "La garantía de la libertad no es la mayoría, sino la seguridad de que nadie, ni siquiera la mayoría, va poder imponer nunca a la totalidad de la sociedad su forma de entender la vida, la religión o la identidad", señala.

El modelo de Estado del PSE pretende fomentar "la corresponsabilidad y la multilateralidad entre sus diferentes niveles institucionales", de forma que "se superen las inútiles riñas entre territorios". "La solución a nuestros problemas actuales no pasa por quitar competencias a las autonomías, pero tampoco por romper con el Estado común, iniciando aventuras que nos separen también de la Europa común", afirma.

OPOSICION "CONTUNDENTE"

Por otra parte, los socialistas se comprometen a desarrollar una oposición "rigurosa, contundente y con iniciativa". Según indican, realizarán una oposición de "mano tendida y colaboración" en ámbitos de interés general, sin pretender "gobernar desde la oposición", en referencia a la actitud del PNV en la pasada legislatura.

No obstante, advierten de que serán "rigurosamente beligerantes" ante intentos de rebasar "las líneas rojas marcadas en el mantenimiento de los servicios sociales" y también ante planteamientos que "quieren avanzar en el camino que lleva a la independencia de Euskadi".

Tras insistir en que se oponen a proyectos que defiendan "separarnos de España y, por tanto, sacarnos de Europa", señala que el entorno ambiental nacionalista y la presión de EH Bildu llevarán al Gobierno del PNV a "transitar nuevamente por "políticas autodeterministas y soberanistas".

El PSE, que afirma que la agenda y desafíos de la crisis no pueden ser gestionados por un Gobierno "minoritario y un picoteo de pactos puntuales", advierte de que estará "preparado para responder con firmeza y claridad a un previsible desbordamiento de las pulsiones nacionalistas.