Actualizado: miércoles, 18 enero 2012 13:44

PAMPLONA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un testigo protegido ha asegurado este miércoles en el juicio del crimen de Tudela que escuchó a los tres acusados, A.G., K.H., y M.K., discutir sobre los hechos sobre las 6 de la mañana del día del suceso en la casa abandonada conocida como cortijo San Clemente. Según ha afirmado, K.H. recriminó a A.G. que "no le tenía que dar con el palo" a la víctima, ya que ellos eran tres.

Así lo ha indicado este testigo en la tercera sesión del juicio con jurado popular por el crimen de Tudela, en el que falleció el joven de 32 años Javier Martínez Llort. En la jornada del pasado lunes declararon los acusados, todos de origen argelino. Los tres negaron su participación en el crimen y aseguraron que estaban durmiendo en el momento en que sucedieron los hechos.

Según el escrito del Ministerio Público, los tres acusados rodearon a la víctima en un banco del Paseo Queiles de Tudela sobre las 5.30 horas del 11 de abril de 2010 y le exigieron al joven que les entregara lo que portara y al negarse, empezaron a golpearle. Arrancaron un listón de madera de uno de los bancos con el que le propinaron varios golpes en el cuerpo y "especialmente, en la cabeza y nuca".

El testigo protegido ha explicado que vivía en el cortijo San Clemente junto con los acusados, K.H. y M.K, a quienes ha reconocido en la vista. Además, ha relatado que sobre las 6 de la mañana del 11 de abril de 2010 escuchó a los tres acusados discutir entre ellos sobre los hechos. El testigo ha indicado que él se encontraba en el cortijo y les oyó hablar a los tres, aunque no les vio.

A preguntas de las acusaciones, el testigo ha precisado que escuchó cómo "K.H le decía a A.G. que no le tenía que dar con el palo porque ellos eran tres personas". El testigo ha añadido que durante la noche abrió la puerta del cortijo a los tres acusados, que, según ha indicado, volvieron a salir del cortijo y regresaron sobre las 6 de la mañana.

"DOS PERSONAS JUNTO A LA VÍCTIMA"

En esta tercera sesión del juicio también han declarado otros dos testigos protegidos. Uno de ellos ha asegurado que vio en el lugar del suceso, el Paseo Queiles, sobre las 6 de la mañana, a dos personas con la víctima, que estaba sentada en un banco. El testigo ha asegurado que una de estas personas era A.G., a quien ha reconocido en la vista. Este acusado, ha añadido, se encontraba "frente" a la víctima.

Según ha explicado, esa noche salió sobre las 5,30 horas con un amigo, también testigo protegido, y de camino a un bar de Tudela vio a dos personas en el Paseo Queiles junto a otra "sentada en un banco con la cabeza agachada". Además, ha señalado que le pareció que la víctima dijo "déjame, déjame" porque "le estaban molestando".

Este testigo ha destacado que le comunicó a su amigo que "tenía mala pinta" lo que estaba viendo, pero que su compañero le instó a continuar caminando hasta el bar. Después de la muerte de Javier Martínez Llort, el testigo, según ha asegurado, acudió "voluntariamente" a contar lo que sabía a la Policía Foral.

Finalmente, el tercer testigo protegido, que salió junto al testigo que asegura que vio a dos personas con la víctima, ha afirmado que también observó a dos personas hablando entre ellas en el lugar del suceso, pero pensó que "eran dos amigos discutiendo entre ellos", por lo que le dijo a su compañero que siguieran el camino.

Según ha precisado, su amigo "sí pudo fijarse" en las personas que estaban en ese lugar porque "estaba mirando todo el rato". Además, ha añadido que le comunicó que le sonaba "uno de ellos". Preguntado por el nivel de iluminación del paseo, ha asegurado que "se ve perfectamente todo". Por último, ha afirmado que tras tener conocimiento de la muerte de Javier Martínez Llort, empezó a "deducir cosas", ya que su amigo le había dicho que "había algo raro".